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Ensaladera de Plata

La serie entre Argentina y Alemania que marcó la despedida de Vilas de la Davis

Fue en el estadio cerrado Schleyer Hall de la ciudad de Stuttgart, por la primera ronda del Grupo Mundial de 1984.

Guillermo Vilas jugó ante Alemania en 1984 su último partido en Copa Davis.

Este jueves, Argentina enfrentó a Alemania por los cuartos de final de la Copa Davis en Bolonia, Italia. La serie que jugaron ambos equipos en febrero de 1984 en la ciudad alemana de Stuttgart por la primera ronda del Grupo Mundial, marcó para Guillermo Vilas el final de su sueño de conseguir la tan ansiada Ensaladera de Plata.

Vilas, quien se había despedido de la Davis en 1983 luego de caer en semifinales ante Suecia, jugó esa serie por pedido de la AAT (Asociación Argentina de Tenis), ante la posibilidad de que Argentina perdiera ante los alemanes y descendiera. 

"Yo había dicho que no, pero Vásquez (en ese entonces presidente de la AAT) me llamó especialmente y me pidió por favor que lo hiciera. Me sentí obligado porque la AAT me ayudó mucho en el juicio", confesó Vilas, haciendo alusión a la ayuda que recibió de la Asociación en el proceso que se le inició en el caso de las garantías en el Torneo de Rotterdam en 1983.

En el equipo argentino, Gerardo Wortelboer reemplazó en la silla de técnico a Ricardo Cano, sin embargo el nuevo entrenador que llegaba con la idea de realizar un recambio generacional no pudo conformar el equipo que pretendía. El Comité de Copa Davis de la AAT le impuso a  Vilas, Clerc y Roberto Argüello.

"Cuando me ofrecieron ser capitán pregunté qué pasaba con Vilas y Clerc. Me dijeron que iban a jugar. Al final agarré porque ser capitán de la Davis es un sueño dorado", se sinceraba el nuevo entrenador, que solamente pudo elegir a Alejandro Ganzábal y un joven Horacio de la Peña, que viajó a Alemania para adquirir experiencia.

El clima que vivía en el equipo no era el mejor, a la enemistad manifiesta entre Vilas y Clerc, que no entrenaban y no compartían nada, se le sumaba que Argüello y Ganzábal, dejaron de lado a de la Peña, de tan solo 17 años, por la envidia que originó que este fuera tapa de El Gráfico, la revista deportiva más importante de esos años, a finales de 1983.

En ese clima tenso se enfrentó a Alemania, que no tenía grandes jugadores, pero eligieron como sede la pista rápida del  estadio cerrado Schleyer Hall, para complicar la serie a los argentinos. Eso quedó demostrado en el primer día de la competencia porque Vilas le ganó a Hans Dieter Beutel 8-6, 8-6 y 7-5 y Clerc derrotó Michael Westphal por 8-6 en el quinto set. "Pensé que perdía", declaró Batata.

Con la serie casi definida y sin hablarse, en el partido de dobles, Vilas y Clerc se impusieron en sets corridos a los alemanes Beutel y Maurer, cerrando la eliminatoria y clasificando para la próxima ronda. No hubo festejos, todos volvieron al hotel para descansar para los partidos del día domingo.

Vilas y Clerc jugaron sin hablarse y sin compartir nada durante toda la serie.

En el último día de competencia, Clerc, sin la presión de la primera jornada, derrotó a Beutel, y Vilas cayó ante Westphal por 6-3 y 6-4. Queda como anécdota, que De la Peña jugó un partido exhibición ante Carl Uwe Steeb, aunque estaba previsto que el encuentro lo disputaría ante la gran promesa del tenis alemán, un año menor, Boris Becker.

"Cumplí con la obligación. No sé si estaré contra Estados Unidos. Mi decisión era no jugar pero me pidieron un año más. Acepté pero no más allá", afirmó Vilas luego de finalizada la serie, su última en Copa Davis, torneo en el que debutó en 1970, jugando 81 partidos y logrando 57 victorias.

Luis Hernández, periodista de El Gráfico, titulaba: "Un triunfo que no sirve para nada". En la nota publicada en la revista señalaba:"Argentina con Guillermo Vilas y José Luis Clerc en el equipo no puede producir otra cosa. Jugaron bien, no compartieron nada, se fueron cada uno por su lado y dejaron esa sensación de vacío y tristeza interior que nos invade. El equipo no existió y eso con los dos es esperado". 

"No había presiones y no hubo peleas visibles. Pero uno no puede engañarse ni engañar. Cada uno hizo lo suyo pero nada más. Y así no sirve sino para la estadística. Pero el equipo sigue muerto interiormente. Sin alma, sin ganas, sin fuerza interior, sin unidad", agregaba Hernández.

Sin embargo, en la nota que publicó previo al inicio de la serie, el periodista afirmaba: "Vilas y Clerc conforman un equipo sin futuro. Ganaremos ante Alemania, perderemos con los Estados Unidos y se irá un año más".

Sabias las palabras de Hernández, porque meses después, el equipo, ya sin Vilas, y con Clerc y el debut de Martín Jaite, perdió de forma contundente por 5 a 0 ante el poderoso Estados Unidos conformado por Jimmy Connors y John McEnroe, en la ciudad de Atlanta.

Se terminaba una era para Argentina en la Copa Davis, la de Guillermo Vilas. Pronto llegaría el final para José Luis Clerc. Comenzaba una nueva etapa, con muchos otros protagonistas, con alegrías y decepciones, etapa que alcanzará la gloria en 2016, cuando el equipo Albiceleste levantaba la tan ansiada Ensaladera de Plata.

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