Lágrimas, memoria y justicia: Familias del Dolor celebra la media sanción a la ley de siniestros viales
Tras años de lucha y reclamos en todo el país, el Senado aprobó por unanimidad la reforma del Código Penal que agrava las penas en siniestros viales. Guillermo Chirino, referente de Familias del Dolor en San Juan, celebró entre lágrimas la media sanción: "Nuestros hijos no vuelven, pero esta ley es en su memoria".
El Congreso fue escenario de una de esas jornadas que quedarán grabadas en la memoria de cientos de familias que, entre lágrimas y abrazos, sintieron que su lucha de años empezaba a dar frutos. La Cámara de Senadores de la Nación aprobó por unanimidad la reforma del Código Penal en materia de siniestros viales, endureciendo las penas para los responsables de hechos de tránsito cuando concurren agravantes como el alcohol, las drogas, la velocidad excesiva, el uso del celular o la fuga.
Desde Familias del Dolor y la Esperanza de San Juan, Guillermo Chirino, padre de Lautaro —un niño que perdió la vida en un siniestro vial—, celebró la media sanción con un nudo en la garganta:
"Nuestros hijos no van a volver, pero esta ley es en su memoria. Es un pasito para que los índices vayan bajando."
Una deuda histórica con las víctimas
La reforma, que ahora deberá ser tratada en la Cámara de Diputados, eleva las condenas a hasta 12 años de prisión para casos con múltiples agravantes y establece inhabilitaciones especiales para conducir. Para las familias, no se trata solo de números en el Código Penal, sino de una señal clara de que la Justicia empieza a reconocer la diferencia entre un accidente inevitable y un siniestro evitable.
"Con esta ley se deja en claro algo fundamental: el accidente es inevitable, pero el siniestro se puede evitar. Hoy, con el mínimo agravante, como superar la velocidad permitida, la pena será de 4 años de prisión. Y si se suman otros agravantes, puede llegar a 12. Eso cambia todo: ahora los jueces no van a tener excusas", explicó Chirino Zonda Diario aún con la voz entrecortada.
Una lucha que nació del dolor
La Asociación Familias del Dolor y la Esperanza de San Juan lleva más de una década reclamando cambios. Junto con organizaciones de otras provincias, presentaron proyectos, acompañaron audiencias y golpearon puertas en cada rincón del país.
"Esto es una cruzada que venimos haciendo hace años. Es en memoria de Lautaro, Nahuel, Lucía, Cintia, Carolina y de todos los innumerables jóvenes que han perdido la vida sin que hubiera fallos judiciales ejemplares", expresó Chirino.
El referente sanjuanino también recordó que este camino estuvo lleno de frustraciones, fallos leves y culpables en libertad: "Cuando la ley fue sancionada lo único que brotó de nosotros fue un grito y lágrimas. Así fue, literal. Sabemos que esto no es solo de Lautaro o Guillermo. Somos la cara visible de muchas familias que no se resignan al olvido".
Lo que viene: Diputados y la aplicación en todo el país
La media sanción es apenas el primer paso. El proyecto entrará a la Cámara de Diputados en las próximas semanas, pero por los tiempos legislativos recién será tratado a partir de febrero. Allí, el colectivo de familiares se propone repetir la estrategia: hablar con cada bloque, insistir en que esta es una ley que no distingue banderas políticas ni provincias.
"Ya nos reunimos con senadores como Celeste Giménez y Bruno Olivera, y ahora vamos a hablar con todos los diputados necesarios. Es una deuda pendiente desde hace décadas. En cualquier momento puede tocarle a cualquiera. Todos los que salen del Congreso también se suben a un auto y están expuestos. Esta ley es para todos", subrayó Chirino.
Consultado sobre si en San Juan será necesaria una adhesión provincial, fue tajante:
"No hace falta. Una vez que se convierta en ley nacional, será de aplicación obligatoria en todo el país. Pasó por todas las comisiones, fue discutida durante años y hoy quedó grabado en la historia que después de décadas se pudo reformar el Código Penal."
Justicia como herencia de los que ya no están
El dolor de perder a un hijo es una herida que no cicatriza. Sin embargo, para Guillermo Chirino y las familias que lo acompañan, esa herida se transformó en bandera. Cada marcha, cada reunión, cada viaje a Buenos Aires fue un acto de memoria y de resistencia frente a la indiferencia.
"Nosotros ya perdimos, pero eso nos da fuerza para seguir luchando contra lo que sea necesario. Esta ley es un paso enorme y la dedicamos a todos los sanjuaninos que vienen detrás. La idea es que no haya ni una víctima más", concluyó.
El llanto, convertido en un video que ya circula en redes sociales, mostró a madres y padres abrazados, conmovidos, agradecidos, sabiendo que esta conquista no les devolverá a sus hijos, pero dejará una huella para los que vendrán.
Un pasito hacia la esperanza
La reforma al Código Penal no repara el vacío de quienes se fueron, pero sí marca un cambio de paradigma. Ya no se hablará de "accidentes" cuando hay imprudencia al volante, sino de siniestros evitables. Y esa diferencia puede salvar vidas.
Lo que ocurrió en el Senado es mucho más que un trámite legislativo: es el triunfo de familias que, desde el dolor más profundo, eligieron transformar la tragedia en lucha y la ausencia en legado.