La gran apuesta de Ignacio después de sufrir un ACV
Hace 8 años la mitad de su cuerpo quedó paralizado, se recuperó y ahora va por un sueño que es correr la competencia mas exigente del mundo y como agregado lo hará en familia,
La mitad de su cuerpo quedó paralizado. El ACV que sufrió Ignacio Santana fue un golpe duro en lo personal y sobre todo en lo familiar porque a los 37 años resultaba una encrucijada para todos.
Sin embargo, reunidos en casa Ignacio con su esposa Andrea y sus hijos Jesús y Tobías pusieron manos a la obra para la recuperación.
Como suele suceder al principio todo fue complicado pero ese amor de madre y esposa de Andrea movilizaron el gran cambio y recuperación.
Luego de un tiempo Ignacio ya estaba en un proceso de recuperación y con mas movilidad en su cuerpo, el padre de la familia apostó por algo que ya habia hecho y por el trabajo relegó un poco: atletismo.
"Desde los 13 años que hago atletismo y lo disfruto mucho, fue un golpe duro pero pude recuperarme y encontre la motivación en el desafío diario de correr todos los días. Me acompañaron mis hijos especialmente Jesús que hace maratón, sin el apoyo de ellos no podría haberme recuperado" cuenta Ignacio.
La historia podría quedar allí como una buena historia de resiliencia. Pero si hay algo que destaca a la familia Santana es que siempre están pensando en algo mas.
"El Ironman 70.3 es una prueba muy exigente que no es para cualquier atleta, hay que estar muy bien preparado por lo extenso y cuando le propuse a mis hijos que lo corrieramos no lo dudaron y estamos para correr en la categoría postas" cuenta Ignacio de la participación en uno de los eventos mas importanrtes del año deportivo en San Juan.
El Ironman 70.3 se correrá el 6 de abril en la provincia y se espera competidores de todo el mundo teniendo en cuenta que es uno de los mas importantes por la jerarquía y que los organizadores se inclinaron nuevamente por San Juan.
"El deporte es salud, une a la familia y fortalece el corazón y la mente. Invito a todos a que lo practiquen, aunque sea caminando. Compartirlo con los hijos no tiene precio. Decidimos hacerlo en familia porque es un deporte muy completo. Vivirlo en posta tiene otra adrenalina, y hacerlo junto a nuestros hijos es emocionante", ", reflexiona Ignacio.
La planificación es clara: Tobías se encargará de la natación, Ignacio del ciclismo y Jesús del pedestrismo. Cada uno aportará su esfuerzo en una prueba donde la resistencia y la estrategia son claves.
Para que este sueño de Ignacio se cumpla hay un motor importante que moviliza a la familia y es Andrea.
"Es madre, esposa, organiza la logística, alienta y sostiene emocionalmente a toda la familia. Es nuestro motor, la que nos recuerda todo, la que sufre y se emociona con nosotros. Sin ella, nada de esto sería posible", revela Ignacio sobre su esposa Andrea.
A 8 años de haber sufrido el ACV Ignacio entrena sin pausa, solo espera el 6 de abril como un nuevo desafío en la vida, en el deporte y en la familia.