Vilas y Clerc estuvieron a un paso de la hazaña
En 1981, Argentina estuvo muy cerca de ganar la Copa Davis por primera vez, a pesar del enfrentamiento entre "Willy" y "Batata".
Diciembre de 1981. Argentina se preparaba para jugar su primera final de Copa Davis. El rival, el menos deseado: Estados Unidos, en su casa, en superficie rápida y con el mejor jugador del mundo en ese entonces, John Mc Enroe. A todo este panorama, poco alentador, se le sumaba el enfrentamiento entre los dos principales jugadores del equipo argentino, Vilas y Clerc.
En la primera serie de ese año, Argentina superó ajustadamente a Alemania por 3 a 2 en Múnich. Con Vilas como estandarte, los argentinos vencieron a un equipo que contaba con jugadores que no brillaban en el circuito.
La segunda parada en el camino a la Copa Davis fue en Timisoara para enfrentar a Rumania. En esa ciudad europea comenzaron los cortocircuitos entre Clerc, quien ocupaba el puesto número cinco del ránking mundial, y Vilas, que se situaba en el seis.
Los dos principales tenistas argentinos no compartieron entrenamiento, incluso no se hablaron durante toda la serie. En el partido de dobles, cada uno se preocupó por su sector de la cancha y en ningún momento se cruzaron.
Clerc, incluso amenazó con no presentarse si Roberto Graetz, el capitán del equipo, ejercía su función. Batata al ingresar al court separó su silla de la del capitán. Pese a todos los conflictos internos, Argentina ganó 3 a 2.
En semifinales esperaba la débil Gran Bretaña, en el Buenos Aires Lawn Tennis. Carlos Junquet reemplazó a Graetz en la capitanía, luego del bochorno ocurrido en Rumania.
El capitán, antes de comenzar la serie, reunió a las dos estrellas argentinas, quienes solucionaron sus diferencias a nivel profesional. Sin embargo la amistad entre ambos se había roto.
Fue un contundente 5 a 0 ante Gran Bretaña, que permitió sacar el pasaporte para jugar por primera vez la final de la Davis. El rival, Estados Unidos, que en la otra llave venció a Australia por idéntico marcador.
La serie decisiva entre Argentina y Estados Unidos se desarrolló entre el 11 y el 13 de diciembre en la cancha cubierta y rápida del Riverfront Coliseum de Cincinatti.
Antes de que se iniciara el enfrentamiento, Vilas sostuvo: "Ya lo pensé mil veces y llegué a la conclusión de que tenemos un 30% de posibilidades de ganar".
En el primer partido, como era previsible, Mc Enroe derrotó a Vilas 6-3, 6-2 y 6-2. Luego Clerc empató la serie al superar a Roscoe Tanner, un jugador que tenía un potente saque, por 7-5, 6-3 y 8-6. Al finalizar el encuentro, Batata señaló que "nunca pensé que ganaría en tres sets, estaba mentalizado para cuatro o cinco. Después del primer game pensé: este tipo no puede sacar así durante cinco sets".
El partido de dobles, que se jugó el sábado, fue el que marcó el rumbo de la serie. Vilas y Clerc se vieron las caras con Mc Enroe y Peter Fleming, la mejor pareja del momento y una de las mejores de la historia del tenis.
A pesar de la rapidez de la superficie y la solidez de la pareja estadounidense, Vilas y Clerc sacaron lo mejor de sí y llevaron el partido a un quinto set. En el transcurso del match, pasó de todo un poco. El partido estuvo varios minutos demorados porque se rompió el pliegue de la carpeta sobre la que se jugó, y además, hubo una fortísima discusión entre Mc Enroe y Artur Ashe, capitán de Estados Unidos, quien le recriminó a "Big Mac" la actitud provocativa que tuvo con Vilas, a quien insultó en varias oportunidades.
En el quinto set, Argentina ganaba 7 a 6 y Vilas tenía su saque para definir el partido. Pero la pareja local se lo quebró y finalmente ganó 11 a 9.
En el primer partido del domingo, "Batata" desplegó un gran tenis pero no pudo ante Mc Enroe, que le ganó en el quinto set, para que Estados Unidos se quedara con la Ensaladera de Plata. Al terminar, Clerc declaró: "Queda la bronca de haber estado cerca y no poder ganarla. Si ganábamos el doble, ganábamos la Copa".
Ese fin de semana de diciembre de 1981, pese a estar enfrentados, Vilas y Clerc estuvieron a un paso de la hazaña, ganar la tan ansiada Ensaladera de Plata, en Estados Unidos, y ante el mejor jugador del mundo. Lo que "Willy" y "Batata" nunca imaginaron es que nunca volverían a tener revancha. Para ellos, la Copa Davis fue un gran sueño, un gran sueño que Argentina pudo hacer realidad 35 años después de aquella serie en Cincinatti.
