Declaraciones del sospechoso en un caso de doble femicidio
Pablo Laurta, detenido por el doble femicidio de Luna Giardina y su madre, Mariel Zamudio, realizó declaraciones en su traslado hacia Concordia.
Pablo Laurta, detenido y único sospechoso en el caso del doble femicidio de Luna Giardina (24) y su madre, Mariel Zamudio (54), hizo una escalofriante declaración mientras era trasladado desde Córdoba a la ciudad de Concordia, Entre Ríos. El detenido expresó: "Todo fue por justicia." Esta frase, pronunciada con un tono frío y desafiante, ha generado gran conmoción y preocupación en la sociedad.
Laurta fue capturado el pasado domingo en Gualeguaychú, tras varios días de estar prófugo. La detención fue posible gracias a la labor de las fuerzas de seguridad que lograron vincularlo directamente con los homicidios de las dos mujeres, cuyos cuerpos fueron hallados en el barrio Villa El Libertador, en la capital cordobesa. Ambos presentaban signos de extrema violencia, lo que ha intensificado el impacto emocional en la provincia.
Durante su traslado, el acusado reiteró la frase "Todo fue por justicia", sin ofrecer más detalles ni responder a las preguntas de la prensa. Su actitud desafiante fue observada de cerca por los efectivos de seguridad que lo escoltaban, en un operativo que garantizaba su protección y la de los ciudadanos.
Este caso no se limita al doble crimen en Córdoba, ya que Laurta también será imputado en Entre Ríos por un tercer homicidio: el de Sebastián Martín Palacios (49), un chofer de aplicación cuyo cuerpo mutilado fue encontrado en una zona rural de Concordia. Además, su vehículo fue hallado incendiado en Córdoba, lo que refuerza la hipótesis de que estos hechos están interrelacionados.
Fuentes judiciales han confirmado que las fiscalías de Córdoba y Entre Ríos están trabajando en conjunto, dada la gravedad del caso y la cantidad de pruebas cruzadas que comprometen al acusado en los tres homicidios.
El traslado de Laurta se realizó bajo estrictas medidas de seguridad, con la presencia de fuerzas especiales y personal judicial. Cada movimiento del detenido fue monitoreado con atención, ante el temor de posibles intentos de fuga o agresiones por parte de terceros.