Sanar la historia familiar: cómo las constelaciones ayudan a romper patrones
El terapeuta holístico Carlos Rodríguez explicó a Diario Zonda en qué consiste esta técnica que ayuda a comprender los lazos invisibles que nos unen a nuestra familia y cómo liberarnos de cargas que no nos pertenecen.
Cada persona forma parte de un sistema familiar, con vínculos que muchas veces operan de manera inconsciente y que pueden repetirse generación tras generación. La constelación familiar, desarrollada por el psicoterapeuta alemán Bert Hellinger, permite poner en evidencia esos lazos invisibles, comprender cómo influyen en nuestra vida y, si es necesario, deconstruirlos para vivir de manera más plena.
"Esta técnica es mágica, porque nos permite mirar los lazos invisibles que conectan a cada individuo con su sistema familiar", explica el terapeuta holístico Carlos Rodríguez. "Desde el momento en que nacemos, tomamos de nuestros padres y antecesores no solo la vida, sino también sus cargas, conflictos y emociones no resueltas. Por amor, las llevamos con nosotros, y muchas veces eso se traduce en enfermedades, carencias o dificultades en relaciones y trabajo".
Cómo funciona la terapia
El proceso puede realizarse de forma grupal o individual. Rodríguez prefiere la constelación individual, especialmente en ciudades pequeñas como San Juan, donde el anonimato permite abrirse con sinceridad. En este tipo de constelación, la persona trabaja con plantillas que representan los conflictos que lleva, ubicándolas en su campo de trabajo de manera que, de forma inconsciente, se revelen los patrones y vínculos que la afectan.
"La finalidad es reconciliarse con nuestra historia, con los que están y con los que ya no están, y vivir en coherencia con nuestro rol en la vida", explica Rodríguez. La constelación apunta a deconstruir los conflictos heredados y permitir que cada individuo encuentre su propio camino, libre de cargas que no le pertenecen.
Qué se puede constelar
La técnica no se limita a conflictos familiares directos. Se pueden constelar relaciones personales, vínculos laborales, problemas económicos, elecciones profesionales, incluso conflictos con la ciudad o el entorno en que se vive. Según Rodríguez, "todo lo que genera tensión o bloqueo puede constelarse para entender su origen y resolverlo. Primero vamos a mamá y a papá, y de ahí para atrás, porque ahí se encuentra la memoria que se repite".
El terapeuta también destaca que la constelación ayuda a equilibrar el dar y recibir dentro de un sistema familiar, fundamental para mantener relaciones sanas y evitar desequilibrios emocionales y afectivos.
A quiénes está dirigida
Si bien las constelaciones pueden aplicarse a jóvenes a partir de los 15 años, Rodríguez prefiere trabajar con personas adultas, porque la comprensión y apertura emocional suelen ser mayores. "Muchas veces, los conflictos de un adolescente se resuelven primero a través de la constelación de los padres, porque los hijos repiten patrones que heredaron de ellos", aclara.
Además, la constelación no requiere forzar relaciones personales ni mantener contacto permanente con otros miembros de la familia: lo que se busca es sanar el vínculo invisible, el lazo que conecta sin necesidad de convivencia o contacto.
Los beneficios de constelar
Entre los principales beneficios, Rodríguez destaca:
- Liberar cargas emocionales y conflictos heredados.
- Comprender los patrones que se repiten en la vida personal, laboral y afectiva.
- Mejorar la relación con los padres y la historia familiar, incluso con quienes ya no están.
- Ordenar la vida personal y familiar para vivir en coherencia y paz.
- Fortalecer el vínculo con el éxito, la abundancia y la realización personal que nos transmiten nuestros progenitores.
"La constelación ayuda a vivir con el corazón abierto, a reconciliarnos con nuestra verdadera historia y a tomar lo bueno que la vida tiene para dar", concluye el terapeuta.