Marcha en Jujuy: tres femicidios en 21 días
Con una movilización en la Plaza Belgrano y réplicas en otras ciudades jujeñas, cientos de personas volvieron a convocarse para reclamar justicia tras el hallazgo del cuerpo calcinado de Tamara Fierro.
A diez años del primer "Ni Una Menos", la provincia de Jujuy vuelve a movilizarse masivamente, impulsada por una alarmante seguidilla de femicidios que ha encendido las alarmas en todo el territorio. La última víctima, Tamara Fierro, de 29 años, fue hallada calcinada en un descampado de Fraile Pintado, en el departamento de Ledesma. Su desaparición el sábado 24 de mayo y el hallazgo del cuerpo dos días después, reavivaron el clamor popular por políticas públicas efectivas frente a la violencia de género y el deterioro de los sistemas de contención.
Esta tarde, desde las 17 horas, miles de personas volverán a marchar a la Plaza Belgrano en la capital provincial. La movilización se replicará en Palpalá, Perico, Libertador, Fraile Pintado y Humahuaca, extendiendo el grito de justicia por toda la provincia.
El caso de Tamara Fierro no es un hecho aislado. En un lapso de apenas 21 días, Jujuy ha registrado tres femicidios: Paola Vargas, asesinada en San Salvador durante el día de las elecciones, y Angelina Judith González, una adolescente de 15 años, asesinada en Pampa Blanca. Estos crímenes han activado protestas en distintas ciudades del interior, y este 3 de junio, en el marco del aniversario de "Ni Una Menos", las movilizaciones se replicaron con fuerza en San Salvador, Palpalá, Perico, Humahuaca, y nuevamente en Fraile Pintado.
"Seguimos pidiendo justicia por Tamara, pero también por todas las que no están. No es un caso aislado, es un patrón, y el Estado nacional y provincial tienen que asumir su responsabilidad", expresó Mariana Vargas, abogada querellante en la causa de Tamara Fierro, según consignó El Tribuno de Jujuy. La letrada denunció que existen elementos en la causa que apuntan a una posible asociación ilícita ligada al narcotráfico y a una red de encubrimiento que permitió que el cuerpo de la joven fuera quemado con "una sincronización escalofriante".
El cuerpo de Tamara fue hallado con partes aún en combustión en un basural cercano al barrio Los Lapachos, una zona señalada por vecinos como punto de venta de drogas y escenario frecuente de fiestas clandestinas. Grabaciones de cámaras de seguridad confirmaron que Tamara fue vista por última vez en la puerta de una vivienda en la calle Gurruchaga, y a partir de ese momento, no se supo más de ella.
Por el crimen, dos hombres fueron detenidos: uno de ellos fue imputado por homicidio calificado por circunstancias de género y ensañamiento, mientras que el otro enfrenta cargos por encubrimiento agravado, según informaron los investigadores. Ambos permanecen detenidos y se investiga si existían vínculos con el narcomenudeo en la zona.
Durante la marcha del lunes en Fraile Pintado, Mónica Cunchila, madre de Iara Rueda (adolescente asesinada en 2020 en Palpalá), tomó la palabra. "Este mayo fue devastador. Nos trajo recuerdos del 2020, cuando en pocos días mataron a varias chicas y tuvimos que salir a cortar rutas para que nos escuchen", declaró. "No queremos más palabras. Queremos políticas sostenidas, equipos territoriales, refugios, justicia. Queremos que dejen de matarnos", agregó ante la multitud.
La situación en la provincia quedó expuesta en datos recientes difundidos por la ONG MUMALÁ. En su informe por los diez años del primer "Ni Una Menos", la organización reportó 63 femicidios en Jujuy en la última década, con una tasa de 1,7 cada 100 mil habitantes, la segunda más alta del país.
Desde sectores políticos también surgieron críticas. La diputada provincial Natalia Morales afirmó en sus redes: "GRAVE JUJUY. Con desigualdad y ajuste, lo único que crece en Jujuy es la violencia de género". La legisladora apuntó contra el gobierno nacional y provincial por sus políticas: "Nuestras vidas valen, por eso nuestra fuerza para defenderlas, así como lo hacemos por todos nuestros derechos, es ganando las calles y confluyendo con todas las resistencias".
En medio del dolor y el hartazgo, una nueva jornada de protesta volvió a dejar en claro que el movimiento "Ni Una Menos" sigue en las calles, con la memoria como bandera y un reclamo que, diez años después, no pierde vigencia.