Argentina planea regresar al mercado internacional de deuda en 2026 con un riesgo país más bajo
Según el FMI, el país volvería a emitir bonos en el exterior dentro de dos años, cuando se espera que el riesgo país se estabilice en torno a los 500 puntos. Hasta entonces, el financiamiento se centrará en organismos multilaterales, acuerdos bilaterales y colocaciones internas atadas a la inflación.
Argentina volvería a los mercados internacionales de deuda a partir de 2026, una vez que el riesgo país se estabilice en torno a los 500 puntos básicos. Así lo proyecta el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el informe que acompañó la reciente aprobación del nuevo acuerdo por US$20.000 millones. Hasta entonces, el financiamiento del país se apoyará en líneas de crédito con organismos multilaterales, acuerdos bilaterales y colocaciones en el mercado interno.
El informe del staff técnico del FMI, preparado para presentar el caso argentino ante su directorio, prevé que durante este año los vencimientos con acreedores privados seguirán el cronograma fijado en la reestructuración de 2020. No se contemplan nuevas recompras de deuda externa ni operaciones de financiamiento adicional de este tipo. Para cubrir la brecha entre emisiones y amortizaciones, se estima que la mejora en la posición externa y en las reservas será clave.
A partir de 2026, el país comenzaría a emitir deuda en los mercados internacionales con montos iniciales estimados en US$4.000 millones y con un riesgo país de 500 puntos. En los años siguientes, se espera un incremento gradual en la colocación de bonos: US$5.000 millones anuales en 2027 y 2028, y US$6.000 millones anuales hacia 2029 y 2030. El costo de financiamiento en estos niveles de riesgo rondaría entre el 8% y 9%, una cifra aún lejana a las tasas logradas durante el último acceso fluido a los mercados globales.
Mientras tanto, la estrategia oficial se enfocará en otras fuentes. En 2025, se prevén desembolsos de organismos multilaterales por US$6.700 millones, sin contar el acuerdo con el FMI. El Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aportarían US$2.500 millones cada uno, a lo que se suman la refinanciación del swap con China y la extensión de los pagos al Club de París hasta 2028.
En el plano interno, el gobierno continuará utilizando el mercado local de deuda, con una presencia relevante de instrumentos ajustados por inflación. Esta estrategia se mantendrá mientras se consolida el proceso de desinflación, que según el FMI podría tardar entre 18 y 24 meses. La transición hacia bonos a tasa fija será gradual, acompañando el aumento esperado de las tasas de interés reales, que podrían alcanzar el 5,5% hacia 2029.
El informe también señala que, en la medida en que se flexibilicen los controles de capital y se estabilicen las condiciones macroeconómicas, el país podrá ir reduciendo su dependencia de instrumentos indexados y acceder con mayor solidez a los mercados financieros internacionales.