Por los precios altos cae un 40% el consumo de carne en San Juan
Lo que menos se vende es el asado. Las alternativas son el pollo y el cerdo que subieron en menor proporción. La gente opta por lo más económico porque no le alcanza. La molida y el osobuco son lo más buscado.
El desfasaje entre los salarios y el costo de vida obliga al cambio de hábitos. Y uno de ellos se observa claramente en el consumo de carne vacuna que experimentó una caída del 40% en la provincia en los últimos días. Esto se debe a la suba de precios que repercutió en las ventas y provocó que los consumidores opten por los cortes más económicos o por alternativas como el pollo o el cerdo.
Claudio Silva de Frigorifico Don Iñaki explicó que el 15 de febrero empezó a subir la carne "y el consumo cayó estrepitosamente".
Habló de que en San Juan 1 kilo llegó a costar 8 mil pesos, e incluso el lomo 10 mil pesos.
Luego indicó que "la semana pasada empezó a bajar. Lo que pasa es que subimos todo lo que se puede, pero cuando hay que bajar no lo hacemos en la misma proporción", se sinceró.
Admite que los precios han subido de forma desmedida, algunos subieron por las dudas. Cuando fue la devaluación aumentaron el doble o el triple y ahora se dan cuenta que empezó a caer el consumo y tienen que bajar los precios para poder vender".
Es que analiza que "no es que la gente no quiera comprar ni comer carne, es que no le alcanza".
La mejor muestra es que lo que más se vende es la molida, ya que "por más que suba, la gente sigue comprando 2 mil pesos porque no se puede salir de su presupuesto".
Como contrapartida asegura que lo que menos se vende es el asado. "Nosotros somos mayoristas y minoristas y nos está quedando el asado, porque si se hace la cuenta que en dos kilos de milanesas se gastan 15 mil pesos, y en un asado para seis personas 36 mil, queda claro que ya pasó a ser inalcanzable", razona.
Los precios
El asado pasó a ser prácticamente prohibitivo. Silva detalló algunos de los precios. Por ejemplo "los asados están en 5.500 y 5.700 pesos, las blandas van de 6.300 a 6.800, la nalga que es lo más caro.
La molida común cuesta 3 mil pesos, la intermedia 4.200 y la especial 5.500. El osobuco, que es lo más económico junto con la molida, vale 3.900".
Por esta razón indica que los consumidores optan por otras alternativas-. "El cerdo y el pollo han bajado. El kilo de cerdo cuesta 3.700, la costeleta 3.900 y el asado 3.900.
El pollo llegó a costar 2.300 el kilo y ahora está en 1.780. La pechuga llegó a 4.800 pesos y ahora esta en 4 mil".
Previsiones
El abastecedor afirma que el actual panorama es complicado. "Otras veces uno era más optimista, y no es por echarle la culpa a este presidente (Javier Milei), que lleva tres meses". Ante esto analiza que "es difícil que bajen los precios porque no baja el costo. Puede bajar 200 pesos pero al mes siguiente 300. Es decir, no va a subir ni bajar más de esos valores".
Advierte que si bien "vendemos un producto de primera necesidad y el empresario se tiene que cubrir y cuidar su capital, a la gente no le alcanza y al no haber consumo cae la demanda y la oferta".
Posteriormente puso como referencia que un animal en pie llegó a costar 2.200 pesos más IVA.
Además que 1 kilo de media red para el que compra mayorista cuesta 3.600 o 3.700 y para el que compra en una carnicería esta en 3.800, dependiendo de la carne y el abastecedor.
"En San Juan somos 750 mil habitantes y entran cinco frigoríficos con tres camiones cada uno, más lo que se faena en el ramo local" consigna.
Acerca de los lugares de origen constata que la carne faenada proviene un 60% de Córdoba, el resto de Buenos Aires, La Pampa, algo de San Luis y Mendoza y u 8% de lo que se faena en la provincia.
DESPLOME AL MÍNIMO HISTÓRICO EN EL PRIMER BIMESTRE DEL AÑO
La caída en el consumo per cápita de carne vacuna se agudizó entre enero y febrero de 2024, ya que en ese período llegó a los 44 kilos y en el bimestre anterior había trepado a los 48,5 kilos, a pesar de los precios estables.
Así lo señaló un informe difundido por el mercado ganadero Rosgan, de la Bolsa de Comercio de Rosario, a través del cual esa entidad empresaria puntualizó que el consumo de carne vacuna comenzó a mostrar "señales de agotamiento" caracterizada por una tendencia decreciente con precios reales estables.
En términos per cápita, según datos oficiales, en 2023 el consumo de carne vacuna alcanzó los 52,4 kilos anuales, registrando un aumento del 7% respecto de los 49 kilos per cápita resultantes en 2022.
En tanto que, en materia de precios, contrariamente a lo percibido por el consumidor, el precio real -descontando el componente inflacionario- registró una baja promedio del 7% anual.
De acuerdo a los cálculos realizados por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), en el primer bimestre del año la industria frigorífica vacuna produjo un total de 504 mil toneladas de res con hueso de las cuales -según estima la entidad- al mes de febrero la exportación habría llevado 155,2 mil toneladas equivalentes, dejando para el mercado interno un volumen aparente de 349,1 mil toneladas. Comparado contra igual bimestre del año anterior, la cifra representa una contracción de 8,2 por ciento interanual, retornando a niveles de consumo del año 2022. En febrero el precio de la carne vacuna marcó una suba promedio del 4,2 por ciento mensual, variación que resultó muy inferior al 13,2 por ciento de incremento general de precios, luego de varios meses moviéndose por arriba de la inflación.