Las reservas del Banco Central siguen en caída pero el dólar blue se estabiliza
En medio de una complicada situación financiera y cambiaria en Argentina, el anuncio de un acuerdo con China y el retraso en el pago al FMI buscan estabilizar los mercados tras la caída de las reservas del Banco Central.
Las reservas del Banco Central de la República Argentina cerraron este miércoles con una caída significativa, alcanzando un total de US$ 24.797 millones. Durante el mes de octubre, se ha experimentado una pérdida de US$ 2.123 millones, lo que ha generado una fuerte presión sobre el mercado cambiario y, en particular, sobre el dólar blue.
Para alivio de los mercados, el Banco Central debió desprenderse de otros US$ 60 millones como parte de su intervención en el mercado cambiario oficial. Sin embargo, el anuncio de un acuerdo con China para utilizar otros US$ 6.500 millones del swap generó un fuerte impacto en el dólar blue, que experimentó una abrupta caída de 80 pesos con respecto al cierre anterior, ubicándose en los $905. A pesar de esta reducción, la divisa se mantiene significativamente por encima de los niveles registrados a finales de agosto, cuando se cotizaba a $735.
En un intento por controlar la presión devaluatoria, los funcionarios económicos Eduardo Setti y Gabriel Rubinstein han ratificado que el tipo de cambio se mantendrá fijo en $350 hasta el 15 de noviembre. A partir de esa fecha, se implementará una depreciación gradual del peso argentino a un ritmo del 3% mensual. El Banco Central continúa vendiendo divisas en el mercado cambiario para evitar que el dólar blue supere la barrera psicológica de los $1.000.
En medio de este escenario complejo, los bancos expresaron su preocupación, ya que aún no han podido ingresar US$ 500 millones importados desde los Estados Unidos. Estos fondos se destinan a respaldar las operaciones bancarias para la próxima semana, en caso de que se produzca una mayor demanda de depósitos. El cierre de la terminal de cargas de Ezeiza, ordenado por el Gobierno para frenar el comercio irregular con divisas, ha generado inconvenientes para las entidades financieras legalmente establecidas.
En un intento por brindar certidumbre al sistema financiero, el Gobierno anunció que el pago de US$ 2.600 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI) se efectuará el día posterior a las elecciones. Además, se utilizarán yuanes chinos para abonar los intereses, y se ha comunicado al FMI para plantear la propuesta de pago. La negociación por el último desembolso de USD 2.500 millones se postergará para después de un eventual balotaje.
Este pago unificado de las tres instancias de cancelación de vencimientos, originalmente programado para el 30 de octubre, se realizará una semana antes, el próximo lunes, utilizando los Derechos Especiales de Giro (DEG). Estas medidas, junto con el anuncio de un refuerzo de reservas a través del intercambio de monedas con el Banco Popular de China, forman parte de la estrategia del Gobierno para contener la inestabilidad y volatilidad en los mercados y el tipo de cambio que puedan surgir tras los comicios.
