Calingasta se posiciona con sus vinos de territorio

Desde el INV se hizo un trabajo importante para dar identificaciones geográficas a distintos sectores del departamento de Calingasta que producen vinos. Cada uno de estos distritos como Hilario, Barreal, Sorocayense, o Tamberías, producen vinos diferenciados y tienen una marca en su territorio. A esto, sumado a que son viñedos que están en altura, hace que los vinos tengan características distintivas, que los hacen muy atractivos para los consumidores más exigentes del mundo del vino.

Francisco Bugallo de la Bodega Cara Sur explica que "el Valle de Calingasta tiene un conjunto de factores que han contribuido a posicionar los vinos que se elaboran en Calingasta en el país y en el mundo". Destaca que "entre estos factores se encuentra el clima marcado por las montañas que nos rodean, la calidad del agua de los ríos que riegan el Valle, la diversidad de los suelos (aluviales y coluviales), la historia vitivinícola con sus viejos parrales y las personas que habitamos este hermoso Valle", lo que sin dudas le da una identidad a los vinos, que atados a su calidad los hacen distintos.

Por su parte, Andrés Biscaisaque, de la Bodega Los Dragones, destaca que "los que hacemos vinos acá mas que proyectos de inversión, los pensamos como proyectos de vida. Para hacer vinos en estos lugares tenés que estar convencido de estar acá y disfrutarlo. Agrega que "la tendencia en todo el mundo, más allá de los vinos de altura, es hacer vinos de lugar, que tienen características propias". Es por esto que Calingasta "tiene mucha personalidad con grandes aspectos diferenciales, que hace que la vitivinicultura se adapte muy bien". Es por ello que remarca que "son vinos que se producen en una altitud y diafanía importante. A esto se le suma que tienen muchísima sanidad porque son lugares sumamente secos. Esto les da un carácter único a los vinos que se elaboran." 

Los mercados para los vinos de Calingasta

Biscaisaque explica que "cualquier proyecto que sea nuevo tienen que pensar en el mercado internacional", a su vez destaca la complejidad de vivir en Argentina en medio de una economía sumamente volátil. Es por esto que destaca que "uno tiene que estar preparado para vender los vinos en el mercado externo, el interno y la propia bodega". Esto último genera un importante flujo económico a raíz del enoturismo. 

Cuando mira fuera de las fronteras del país asevera que "para estar en mercados internacionales hay que saber un poco sobre como están los mercados y estar a la altura de la demanda. Creo que los vinos de Calingasta están demostrando con calidad la importancia que tienen". 

Es por esto que afirma que a la hora de  la demanda "hay que hacer vinos que te demandan y con vinos de esta zona que son únicos tenemos una oportunidad", afirma el empresario.  

Sobre los mercados, Francisco Bugallo remarca que "el mercado nacional y el internacional están buscando vinos con identidad, que hablen de un lugar, que hablen de personas". Es por ello que añade "Calingasta, además de ser un valle cualitativo, tiene identidad y un pueblo. Un pueblo que vuelve a encontrarse con la vitivinicultura que siempre fue parte de la actividad agrícola y cultural".

Sentencia que "hoy el desafío es el enoturismo como actividad clave en el desarrollo local. Calingasta tiene una oportunidad única para posicionarse como el Valle enoturístico y gastronómico de la provincia y para eso es necesario que se sigan sumando proyectos con identidad local". Agrega que "los vinos de Calingasta son vinos de montaña, cultivados y elaborados por un pueblo de montaña", lo que sin dudas le da posibilidades en los consumidores exigentes, que buscan el vino y también la experiencia de la gente que lo produce.

La expansión

Cuando Andrés Biscaisaque analiza el valle de Calingasta explica que "acá tenemos disponibilidad de agua y hay lugares para poder plantar. Son sitios más  remotos y extremos que requieren un poco más de esfuerzo y más inversión". Pero todo esto se suple con "la calidad de la uva".