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La selección Argentina

Una pasión inexplicable

El pasaje a semifinales del Mundial Qatar 2022 generó en toda la Argentina una alegría que no conoce de ideología, religión, edad ni color de camisetas. El viernes feriado pasó a ser un viernes de pura fiesta en San Juan y en el país.

Ella no quería caer en la tentación de mirar un ratito la TV. Solo quería mantenerse en su postura, la misma desde el segundo partido.

Y  evitó bajarse del colectivo porque sabía que podía llegar a ver el final del partido.

Y prefirió llegar unos minutos tarde a su trabajo. Y caminó con los 40° por la vereda desde la Estación Córdoba hasta su trabajo. No se cruzó con nadie, solo un perrito que decidió seguirla. Eran los únicos que andaban en la calle.

Ella quería saber el final, pero todo se demoraba. La angustia crecía y la ansiedad hacía que acelerará el paso.

Pero pensaba que si se apuraba podía llegar a ver la definición y mirando al perro volvió a serenarse.

Pero no hubo tiempo. La explosión se sintió. Fueron gritos por todos lados y Claudia entendió que todo estaba bien. 

La angustia se fue y esa mágica sensación de felicidad surgió, pero no tenía nadie con quién abrazarse. Le convidó un poco de su agua al can y al levantar la mirada se encontró con los primeros festejantes sanjuaninos.

Un matrimonio con sus tres hijos salían en su auto a puro bocinazo por calles España. Y luego salió al balcón la vecina de su trabajo para saludarla y embanderada gritaba "somos semifinalistas".

Fueron apenas cinco minutos, el tiempo de soledad y silencio se terminó con la explosión que generó el grito de gol de Lautaro Martínez y el pasaje a la semifinal.

Y ella, ya llegaba tarde y decidió tomarse unos minutos mas. Se paró en el semáforo, con el compañero can improvisado se pusieron a contemplar la locura de la gente.

Autos con banderas, bocinazos al por mayor y la caravana de autos  se empezó a ser más grande. Y se contagiaban todos, los que son de River se olvidaban del 9 de diciembre por un rato  y celebraban juntos la alegría de estar entre los cuatro mejores del mundo.

Todos los caminos conducían a la plaza 25. Y a Claudia le daban  ganas de tomarse el 243 de la Red Tulum para llegar al lugar de concentración de los sanjuaninos, porque allí estaba el delirio, la emoción, la alegría, la pasión inexplicable de amar a la selección argentina con el alma y el corazón, como la ama Claudia, a pesar de que sufra más por no ver los partidos.

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