Deuda: El FMI insiste con un ajuste ortodoxo
El organismo exigió subir las tasas, acumular reservas y la reducción del déficit. Quedó descartada la posibilidad de un arreglo antes de fin año y la economía arranca el 2022 con más riesgos. El FMI insiste con un ajuste ortodoxo.
En enero se cumplirán 20 años de una frase que repercutió durante muchos años: "Los carpinteros norteamericanos no tienen por qué financiar el déficit de los argentinos". Fue pronunciada a principios de 2002 por el entonces secretario del Tesoro norteamericano, Paul O'Neil, cuando se negociaba un paquete de rescate para la Argentina luego de la explosión de la convertibilidad.
Por entonces gobernaba en Estados Unidos el republicano George Bush. Ahora en cambio hay un gobierno demócrata, pero no cambia demasiado las cosas. No hubo un solo gesto amistoso de Joseph Biden a favor de la Argentina, más allá de un diálogo de compromiso que no duró más de un minuto en la reunión del G-20.
Para colmo de males, el número dos del Tesoro norteamericano, David Lipton, viene de quemarse con la Argentina. Era el representante norteamericano ante el FMI cuando el organismo aprobó el préstamo récord de USD 57.000 millones en mayo de 2018. Pero él siempre se mostró en contra de otorgarlo y criticó duramente a Donald Trump por haberlo impulsado con un objetivo para nada oculto: favorecer la reelección de Mauricio Macri.