Ahora: amenaza de bomba en el Penal
Y sí, siguen las amenazas de bomba en San Juan. ahora le tocó el Penal de Chimbas. ¿Qué harán con los presos?
La ola de amenazas de bomba en San Juan continúa, y este viernes por la noche la alarma se encendió en el Servicio Penitenciario Provincial, elevando a tres los llamados intimidatorios en un solo día. El fiscal Daniel Pringles, a cargo de la investigación, se trasladó al lugar para supervisar el operativo y confirmó los detalles del hecho.
"En lugares así es imposible evacuar, se activan protocolos distintos", explicó Pringles, haciendo referencia a la naturaleza del establecimiento. "Hemos venido igual porque no deja de ser el anuncio de un hecho delictivo. Están los bomberos acá, está la policía jurisdiccional, estamos todos trabajando, pero con otra movida si se quiere, con otro tipo de protocolo sectorizado y selectivo".
Una llamada anónima y la búsqueda del responsable
El llamado, que se recibió a las 19:15 horas, fue realizado por una "voz masculina, aparentemente mayor de edad". El fiscal indicó que el hombre afirmó que "había una bomba en el portón blanco de la entrada".
A pesar de que no se pudo realizar una geolocalización precisa, se tomó el cuadrante de la Comisaría 30ª. Pringles detalló que durante la llamada "se escuchó gente atrás con risas y demás", lo que dificulta la identificación inmediata. Sin embargo, ya se iniciaron los oficios correspondientes a las compañías telefónicas y se subió toda la información a los portales judiciales para dar con la identidad de la persona.
El protocolo de seguridad en el penal
El fiscal Pringles confirmó que se trabajó de inmediato en la zona del portón y que la decisión de no evacuar el penal se mantendrá. "Ni hoy ni nunca se va a evacuar el servicio penitenciario, no es una posibilidad", sentenció. "Se trabaja de otra manera, con otro tipo de riqueza. Además, es un lugar donde las requisas son diarias, entonces está bastante descartado el ingreso de alguien con algo, entonces eso también forma parte de protocolo".
Las autoridades esperan que este tipo de llamados no se conviertan en una tendencia en el penal, como ha ocurrido en las últimas semanas con escuelas y otros edificios públicos.