La madre del chico acusado de cometer los robos en el barrio Las Pampas, pide ayuda
Un grupo de vecinos intentaron prender fuego la casa de una mujer por los robos cometidos por su hijo. La mujer ahora pide ayuda para tratar de recuperar a su hijo que es adicto.
La madre, Natalia Figueroa, suplica ayuda para internar al adolescente de 17 años, quien padece problemas de consumo desde los 15. Afirma que el sistema no le ofrece respuestas y teme por la seguridad de sus otros hijos.
En el barrio Las Pampas, ubicado en el departamento Pocito, los vecinos reclaman seguridad debido a la ola de robos que padecen.
En la noche del lunes, un grupo de habitantes se agolpó frente a la vivienda de Natalia Figueroa con intenciones de prenderle fuego.
La acusan de encubrir a su hijo, un adolescente de 17 años que, según denuncian, roba en la zona para sostener su consumo de drogas.
La mujer asegura que ha pedido ayuda "en todos lados" para lograr su internación, pero que el sistema no ofrece respuestas efectivas.
"Yo no sé qué más hacer, tengo miedo por mis hijos chicos. Anoche me insultaban, traían botellas con nafta y querían quemar la casa. La policía estaba afuera, me dijeron que me encerrara", relató Natalia en Radio Sarmiento, visiblemente afectada.
La historia de este drama comenzó hace unos dos años, cuando el adolescente empezó a consumir marihuana y, con el tiempo, otras sustancias que su madre no puede identificar.
"Primero me robaba a mí, cosas de la cocina, ropa de los hermanos. Después, cuando ya no había nada, empezó a robar a los vecinos", contó la mujer.
Asegura haber recurrido a varios lugares, entre ellos al Juzgado de Menores y a programas de asistencia, pero sin éxito.
"Me ofrecieron un hogar de día, pero eso no sirve. Él va en la mañana y en la noche vuelve a la calle. Yo quiero que lo internen un tiempo, hasta que se recupere. Cuando está bien, es un chico dulce, juega con su hermana, es el hijo que yo quiero recuperar", expresó con angustia.
En las últimas semanas, la situación se agravó. Los vecinos, cansados de los robos, lo han denunciado y aseguran que la justicia lo libera rápidamente por ser menor de edad.
"La trabajadora social me dijo que si él no quiere internarse no pueden obligarlo. El Estado no se quiere hacer cargo de chicos así, me lo dijeron en el hospital cuando lo internaron para desintoxicarlo", señaló.
La mujer sigue viviendo con miedo. "No he podido dormir. Si vuelven, ¿qué hago? Soy una madre sola con cinco hijos. Yo no lo mando a robar, trabajo vendiendo pan, pizzas y semitas para mantener mi casa. Lo único que pido es que lo ayuden, porque yo sola no puedo".
