Desigualdad entre municipios: cómo afecta la coparticipación a los servicios y obras en San Juan
Un informe de Ethos Consultora reveló que la inflación, la distribución desigual por habitante y la inestabilidad de los ingresos están afectando la capacidad de gestión de los municipios sanjuaninos. Capital y Rawson, pese a su tamaño, reciben menos fondos por persona que otros departamentos.
Entre enero y junio de 2025, los fondos que los municipios sanjuaninos recibieron por coparticipación perdieron en promedio un 17,3% de su poder de compra. Así lo indica un estudio realizado por Ethos Consultora, que analizó cómo se distribuyen esos recursos, qué obras se logran ejecutar con ellos y cómo impacta esa situación en cada departamento.
El informe advierte que la inflación y la inestabilidad de los ingresos están deteriorando la capacidad real de funcionamiento de los municipios, incluso en aquellos con presupuestos relativamente cómodos como Capital y Santa Lucía. La pérdida de poder adquisitivo afecta directamente la planificación y ejecución de servicios básicos, obras públicas y respuestas ante emergencias.
Ingresos impredecibles, gestión comprometida
Durante el primer semestre del año, los recursos de coparticipación no llegaron de manera regular. Luego de una caída sostenida hasta marzo, hubo una recuperación en abril y mayo, pero volvió a descender en junio. Esta variabilidad genera una enorme dificultad para planificar financieramente: muchos municipios elaboran sus presupuestos sobre la base de promedios, pero los ingresos fluctuantes derivan en tensiones de caja, postergaciones de mantenimiento e inversiones paralizadas.
Según Ethos, la inestabilidad se explica por múltiples factores: la actividad económica y la recaudación tributaria son irregulares, y las transferencias desde Nación no siempre se liquidan con previsibilidad. A esto se suma la inflación, que reduce cada mes el valor real de los montos que llegan a las arcas municipales.
Las asimetrías en el reparto por habitante
La coparticipación se reparte según un coeficiente fijado por ley, pero esa fórmula, si no se revisa de forma periódica, puede generar desequilibrios entre municipios de distinta escala.
En departamentos alejados con baja población, una coparticipación per cápita alta actúa como mecanismo de compensación territorial, permitiendo cierta equidad para lugares con poca capacidad de recaudación propia. Sin embargo, en el Gran San Juan, el panorama es distinto: departamentos populosos como Capital y Rawson (ambos con más de 100.000 habitantes) reciben menos dinero por persona que otras zonas cercanas como Pocito o Santa Lucía, que tienen menor densidad poblacional pero una distribución más favorable por habitante.
Esa diferencia genera efectos concretos: mientras los municipios grandes deben estirar sus fondos para cubrir más necesidades o subir tasas, los más chicos pueden tener mayor margen financiero e incluso eximir del pago de algunas contribuciones. Esta situación limita la inversión en infraestructura y complica la planificación urbana en zonas densamente pobladas.