El juez tiene un plazo de 20 días para conocer la decisión sobre sobreseimiento o no de Echegaray
El juez Eduardo Raed se hizo cargo de la audiencia de impugnación solicitada por el abogado querellante de la familia de Lucía Rubiño, y que tiene que ver con el sobreseimiento de Juan Pablo Echegaray.
Después de tantas idas y vueltas, el juez Eduardo Raed, fue finalmente el que se hizo cargo de la audiencia en la sala VI de Tribunales, de la impugnación (que se llevó a cabo este viernes), por la muerte en un accidente vial, donde perdió la vida la menor de 16 años, Lucía Rubiño, ocurrido el pasado 15 de octubre del 2024 en el barrio Profesional de Rivadavia. Ahora, el juez, se tomará un plazo de 20 días para conocer si impugna o no el sobreseimiento de Juan Pablo Echegaray. Cabe recordar que Raed tomó el caso luego de que seis magistrados se excusaran por distintos motivos.
Todo esto tiene que ver con el pedido de impugnación solicitado por el abogado querellante de la familia Rubiño, el doctor Marcelo Fernández y que tiene que ver con el sobreseimiento de Echegaray, cuya determinación estuvo a cargo del juez Javier Figuerola, quién lo sobreseyó del delito de homicidio culposo.
Recordemos que Juan Pablo Echegaray fue sobreseído en mayo pasado por la justicia local como partícipe en las circunstancias previas al hecho que desencadenó la tragedia de Lucía.
Este viernes se realizó la audiencia correspondiente donde el abogado querellante planteo el rechazo total al sobreseimiento en favor de Juan Pablo Echegaray, hijo del juez federal.
Hay que mencionar que fue el fiscal Iván Grassi, fue quien solicitó en primer lugar el sobreseimiento, luego de asegurar que no había pruebas para sostener la acusación, fundado en las pericias realizadas por especialistas del Ministerio Público de Mendoza.
Los miembros del Tribunal de Impugnación que se excusaron lo hicieron en función de lo previsto en la causal establecida en el artículo 96 de la Ley Procesal Penal, que impone que aquellos que emitieron opinión con anterioridad deben abstenerse a actuar para evitar suspicacias, lo mismo que si mantienen vínculos cercanos con las partes involucradas.