Cómo sigue la causa por la menor que ingresa al hospital intoxicada con cocaína
La investigación ha tomado dos caminos. Por un lado, el fuero civil a cargo de la jueza de Niñez, Adolescencia y Familia y la penal, donde la madre de los menores tiene prohibido el contacto.
A casi tres semanas de un hecho que conmocionó a la provincia de San Juan y que tocó las entrañas de muchos, cuando el pasado 2 de julio, se dio a conocer que una bebé de apenas 2 años, ingresó al servicio de urgencia del Hospital Marcial Quiroga, con un cuadro bastante complejo, donde luego de los estudios correspondientes se le detectó que la criatura presentaba un llamativo cuadro de intoxicación, lo que parecía ser como consecuencia del consumo de algunas sustancias prohibidas como cocaína, por lo que debió quedar internada.
Cabe recordar que la pequeña fue trasladada hasta el nosocomio de Rivadavia, por su propia madre, pero al recibirla el médico de guardia, la menor apenas podía caminar, balbuceaba y se encontraba desorientada. Ante esta situación poco común, se le dio intervención a la asesora de Menores, la doctora Patricia Sirera, quien intervino rápidamente para garantizar la integridad y la seguridad de la pequeña.
Si bien, a la menor se le dio el alta médica, días después, ella junto con sus hermanitos quedaron bajo la custodia de sus abuelos maternos, bajo monitoreo permanentemente y le impidieron a su madre acercarse a sus hijos por disposición judicial. Con esto se buscó evaluar el entorno familiar en el que se encontraba la beba y sus dos hermanitos, como así también su estado de salud.
Cabe recordar que el caso comenzó a investigarse bajo dos perspectivas. Por un lado, la civil y por el otro, la penal, ambas con el objetivo de esclarecer el panorama que llevó y en qué circunstancias llevó a la menor a consumir esa sustancia.
Por el lado civil, la causa quedó bajo la órbita de la jueza de Niñez, Adolescencia y Familia, la doctora Marianela López, que, en conjunto con la asesora de Menores, se encargaron de garantizar que la beba quede a resguardo desde el primer momento, bajo el cuidado de familiares cercanos, lo cual así fue, ya que sus abuelos maternos se encargaron de cuidarla mientras se encontraba en el hospital.
En lo que respecta a lo penal, la madre de la beba, identificada como B.R. (se reserva su identidad para preservar la privacidad de la menor), resultó detenida, y dos días después, compareció ante el juez de Garantías. Y luego de permanecer algunas horas demorada recuperó la libertad.
Si bien, el magistrado le concedió la libertad, estableció un plazo de seis meses de investigación penal preparatoria, para poder establecer las circunstancias en las que se produjo la intoxicación de su hija. Durante todo este tiempo, la madre no podrá acercarse a la menor por el mismo plazo que dure la investigación, por lo que no puede mantener ningún tipo de contacto.