El día que Mujica emocionó al peronismo: el histórico encuentro con Gioja en el PJ nacional
En 2016, el expresidente uruguayo José "Pepe" Mujica visitó la sede del Partido Justicialista en Buenos Aires, cuando el sanjuanino José Luis Gioja presidía el espacio. A días de su fallecimiento, recordamos aquel encuentro cargado de afecto, reflexión política y advertencias que siguen vigentes.

Corría el año 2016. El peronismo atravesaba una etapa de reconfiguración tras la salida del kirchnerismo del poder y el ascenso del macrismo. En ese contexto, entonces presidente del Partido Justicialista, José Luis Gioja, abría las puertas de la histórica sede a una de las figuras políticas más queridas y respetadas de América Latina: José "Pepe" Mujica .
Años después, y con la reciente noticia de su fallecimiento, ese momento cobra un nuevo valor. Fue un encuentro entre dos líderes con trayectorias marcadas por la lucha popular, la defensa de los humildes y la coherencia política.
"Querido amigo, compañero, mi vecino querido Pepe", lo saludó emocionado Gioja, recordando que el PJ se vestía "de fiesta y de gala" para recibirlo. El exgobernador sanjuanino dejó los papeles a un costado y habló desde el corazón:
"Tenía un montón de cosas para decirte, pero no voy a leer nada. Quiero que te sientas como en tu casa. El peronismo es tan grande y tan diverso... no somos un colegio de señoritas, siempre hay alguno que grita más que otro. Pero acá estamos representando a una parte importante del peronismo y eso ha sido un honor tuyo, y te lo agradecemos muchísimo".

Gioja recordó también otro momento compartido:
"Este partido te recibe como te recibimos en San Juan, allá por 2006, cuando se reunió el Mercosur. Tenemos el corazón hinchado de alegría porque te queremos escuchar".
Mujica: "Estoy acá porque no soy neutral"

Pepe no esquivó los elogios ni las expectativas. Fiel a su estilo, directo y entrañable, habló con sencillez y profundidad.
"Tengo tantos, tantos amigos en la República Argentina, en las entrañas de su pueblo... Obviamente tengo afinidades, pero nunca me quise salir del papel de mis amigos de la Argentina", dijo con ternura, diferenciando al "argentino platudo" del argentino común.
Y con una claridad admirable, dejó en claro el motivo de su visita:
- "Estoy acá porque soy definitivo y no soy neutral. Las cosas que tengo para decir acá, las digo por todas partes. No pretendo convencer a nadie, pretendo sembrar algunas cosas para un mundo en el cual yo no voy a estar".
Una advertencia sobre la desigualdad que retumba hoy
En su discurso, Mujica repasó la historia de la democracia en Atenas para reflexionar sobre la raíz profunda de la desigualdad y el peligro que representa.
"Recordemos que esta democracia empezó por el terror a la desigualdad. Vivimos en el continente más injusto del planeta. Hay 32 latinoamericanos que tienen lo mismo que 300 millones de habitantes. Y lo peor es que su patrimonio crece al 21% anual. Esa concentración es la mayor amenaza al mundo. Mucho más que los militares. Porque genera violencia política".
Y agregó:
"Esto es un fenómeno que se retroalimenta. El problema latinoamericano es la concentración de la riqueza. Y es también un problema mundial. En nuestra América, la desigualdad muerde a niveles escalofriantes".
Un legado que trasciende
Las palabras de Mujica en aquella visita quedaron grabadas en quienes lo escucharon. Habló de justicia social, de la necesidad de unidad latinoamericana, y de la urgencia de defender la democracia con contenido real, no solo formal. Denunció la concentración del poder económico y cuestionó que los sectores populares sigan sin acceder a lo básico.
"Nosotros estamos unidos por Artigas, por San Martín, por Perón. Estamos unidos por la bandera de la justicia social, que es de todos los que no se resignan", había dicho Gioja en su introducción, marcando un puente de valores entre el peronismo y el ideario de Mujica.
Mirá el video completo donde Mujica dejó grandes enseñanzas:
Aquel encuentro no fue solo una visita institucional. Fue un cruce histórico entre dos figuras que creyeron y defendieron la política como herramienta de transformación.
Hoy, al despedir a Pepe Mujica, esa jornada en el PJ vuelve a la memoria colectiva como una postal de dignidad, compromiso y sensibilidad. Porque Mujica no hablaba desde los cargos, sino desde la vida. Y porque su mensaje, como él quería, sigue sembrando.