El traslado de la Capital Federal al Sur que quedó en el olvido
Hace 39 años, el presidente Raúl Alfonsín presentaba el proyecto que proponía instalar la nueva capital en un territorio que comprendía Viedma y Carmen de Patagones.

El 15 de abril de 1986, en los albores de la recuperada democracia, el entonces presidente Raúl Ricardo Alfonsín dio a conocer a todo el país, por Cadena Nacional, el "Plan para una Segunda República Argentina", un conjunto de reformas políticas, sociales e institucionales que proponía el gobierno radical.
Junto al Presidente se encontraban los miembros del Consejo para la Consolidación de la Democracia, que estaba conformado por referentes de los distintos partidos políticos (entre ellos el sanjuanino Leopoldo Bravo) y figuras reconocidas como María Elena Walsh y el cardiólogo René Favoloro, entre otros.
Entre las principales medidas de dicho plan resaltaba el "Proyecto Patagonia", que proponía, trasladar la Capital Federal al sur, más precisamente a un territorio que abarcaría Viedma y Carmen de Patagones.
La nueva capital tendría una extensión de unas 490 mil hectáreas, de las cuales 180 mil serían cedidas por la provincia de Buenos Aires, y 310 mil por la provincia de Río Negro, e incluía, además, a la localidad de Guardia Mitre y los pueblos de Cardenal Cagliero, San Javier y Balneario El Cóndor.
El proyecto de Alfonsín también establecía un plan de radicación de empresas en la zona patagónica con ventajas impositivas y la conversión de la entonces Capital Federal en provincia con el anexamiento de una parte del Conurbano bonaerense, la que se llamaría Provincia del Río de la Plata.
Ese 15 de abril, pero en horas de la mañana, Alfonsín, acompañado por el entonces gobernador de Buenos Aires, el radical Alejandro Armendariz, ingresó el proyecto en la Legislatura de la provincia, ya que una parte importante de su territorio estaba comprendido en los planes del gobierno.
Al día siguiente, el mandatario nacional viajó a Viedma en donde entregó el anteproyecto a su correligionario, el gobernador Osvaldo Álvarez Guerrero. Posteriormente, en un acto al que asistieron más de 15 personas, Alfonsín habló del proyecto y le pidió al Congreso Nacional que apoyaran su idea de impulsar el federalismo y terminar con el centralismo.
"Hay que crecer hacia el sur, hacia el mar, hacia el frío", dijo el mandatario nacional ante el aplauso de los futuros habitantes de la Capital.
El proyecto ingresó al Senado, en donde tenía mayoría el peronismo, el 30 de julio de 1986, que lo aprobó en marzo de 1987. Luego pasó a Diputados, que era manejado por el radicalismo, en donde fue sancionado el 27 de mayo de 1987 como la Ley 23.512.
Se estimó que la nueva capital, que tendría que edificarse y mudarse en un plazo de 12 años, costaría 2.300 millones de dólares. Para proyectarla, el Gobierno también propuso la creación del Ente para la Construcción de la Nueva Capital (ENTECAP), que tendría a su cargo planificar la construcción de los edificios públicos, hospitales, escuelas, embajadas, barrios, de la futura residencia del gobierno nacional.
Sin embargo el sueño de la nueva Capital se fue desvaneciendo con la hiperinflación y la eyección anticipada de Alfonsín de la Casa Rosada en 1989. El nuevo presidente, el riojano Carlos Menem, pareció seguir con la idea. Nombró un nuevo funcionario a cargo del ENTECAP, pero a los pocos meses el Ente fue disuelto.
En 2007, el diputado justicialista Héctor Recalde pidió la derogación de la Ley 23.512. Siete años después, en 2014, la norma quedó formalmente derogada ya que el nuevo Digesto Jurídico no la incluyó.
Años después de dejar la presidencia y al referirse al tema, Raúl Alfonsín declaró: "Me tendría que haber mudado aunque sea en carpa a Viedma. Eso hubiera cambiado todo".