A 12 años de un momento histórico para Bitcoin, la opinión de un economista sanjuanino
El 1° de abril de 2013, la criptomoneda alcanzó por primera vez los 100 dólares por unidad, marcando un punto de inflexión en la evolución de la creación de Satoshi Nakamoto, que pasó de ser una curiosidad digital a un activo financiero que captó la atención mundial.
En abril de 2013, Bitcoin llevaba poco más de cuatro años desde su lanzamiento en enero de 2009, cuando su valor era prácticamente nulo.
Su crecimiento hasta los 100 dólares reflejó un interés creciente, impulsado por una combinación de factores.
Aquel año, el precio de Bitcoin no solo cruzó la barrera de los 100 dólares, sino que continuó su ascenso vertiginoso, llegando a superar los $1.000 en noviembre de 2013.
Sin embargo, no todo fue un camino ascendente: la volatilidad marcó esa etapa temprana, con caídas abruptas que pusieron a prueba la fe de los primeros adoptantes.
Hoy a 12 años de aquel hito histórico que se dio con la criptomoneda Bitcoin, un economista sanjuanino expuso su mirada sobre ella para Zonda digital.
¿Inversión segura o activo especulativo?
El licenciado en economía Mariano Cáceres analizó la situación de Bitcoin y otras criptomonedas desde una perspectiva financiera y de inversión, destacando que este tipo de activos están dirigidos a inversores con un perfil agresivo, dispuestos a asumir riesgos significativos de pérdida de capital.
Cáceres explicó que, "como asesor financiero, prefiere invertir en activos que generen flujo de fondos y que Bitcoin, al igual que el oro, no entra en esa categoría".
Según su visión, "la dificultad de proyectar variables fundamentales en el mercado de criptomonedas hace que este sea altamente especulativo y de difícil previsión".
Uno de los puntos clave señalados es la falta de regulación en el mercado cripto, lo que para muchos es una ventaja, pero para los inversores tradicionales representa un riesgo considerable.
"La seguridad en la custodia de estos activos es otro aspecto crucial: las criptomonedas pueden almacenarse en exchanges, que son vulnerables a hackeos, o en billeteras frías, que requieren medidas estrictas de resguardo.
Para quienes desean invertir en criptomonedas sin asumir la responsabilidad del almacenamiento, existen opciones en el mercado de capitales, como los ETF (fondo cotizado en bolsa) de Bitcoin y Ethereum. En Argentina, es posible adquirir estos activos a través de CDRs con una cuenta comitente en pesos, brindando una alternativa más segura y regulada", explicó Cáceres.
En conclusión, Cáceres considera que las criptomonedas son inversiones para un público muy específico y con alta tolerancia al riesgo.
Para aquellos que buscan exposición al ecosistema cripto sin invertir directamente en Bitcoin, sugiere alternativas como acciones de empresas que fabrican chips para minería o desarrollan plataformas de custodia de criptomonedas.