Terremoto en Myanmar, más de 1.000 muertos y miles de heridos
El fuerte sismo de magnitud 7,7 sacudió el país, dejando una trágica cifra de víctimas y enormes daños materiales. Las tareas de rescate continúan mientras crece, la preocupación por las réplicas y la asistencia a los damnificados
Myanmar enfrenta una de las mayores tragedias naturales de su historia reciente tras el terremoto de magnitud 7,7 que sacudió el país este viernes. Hasta el momento, el saldo trágico asciende a 1.002 personas fallecidas, 2.376 heridas y 30 desaparecidas, según el último informe del Consejo de Administración Estatal (SAC, por sus siglas en inglés), emitido este sábado a las 11:20 hora local.
Regiones afectadas y esfuerzos de rescate
Las regiones más golpeadas por el sismo incluyen Sagaing, Mandalay, Magway, Bago, el noreste del estado de Shan y Naypyitaw. Desde el momento del desastre, equipos de rescate trabajan incansablemente en la búsqueda de sobrevivientes y la asistencia a los damnificados.
El presidente del SAC, Min Aung Hlaing, enfatizó la urgencia de agilizar las tareas de rescate y garantizar que los heridos sean trasladados con rapidez a los hospitales más cercanos. Asimismo, hizo un llamado a despejar los edificios dañados para evitar nuevos riesgos y a fortalecer la distribución de recursos esenciales como agua, alimentos y refugio temporal para los afectados.
El sismo y su impacto
El terremoto ocurrió a las 12:51 hora local del viernes, con epicentro a 20 kilómetros al noreste de Mandalay, a una profundidad de 10 kilómetros. Las coordenadas exactas del epicentro fueron 22,09 grados de latitud norte y 96,23 grados de longitud este, según reportes sismológicos.
Las autoridades han advertido sobre la posibilidad de réplicas, lo que mantiene en alerta a la población y a los equipos de emergencia. Imágenes compartidas en redes sociales y medios locales muestran el colapso de edificaciones, carreteras afectadas y cientos de personas buscando a sus seres queridos entre los escombros.
Solidaridad y apoyo internacional
El desastre ha despertado la preocupación de la comunidad internacional, con varios países y organizaciones ofreciendo asistencia humanitaria. Equipos de rescate especializados y suministros de emergencia están siendo enviados para apoyar a las autoridades birmanas en la respuesta ante la catástrofe.
Mientras Myanmar se enfrenta a la magnitud del desastre, la prioridad sigue siendo salvar vidas y brindar apoyo a quienes han perdido sus hogares y seres queridos. Las labores de rescate continúan en una carrera contra el tiempo, con la esperanza de encontrar más sobrevivientes entre los escombros.