Desmienten los reclamos en el Refugio papa Francisco y creen que fue algún empleado
Se viralizaron fotos del lugar señalando una falta de colchones y quejas de los refugiados, pero desde el gobierno desmienten que sea así y creen que algún empleado contrariado políticamente y disgustado por las nuevas exigencias de calidad realizó la movida con saña.
Este lunes 10 de febrero, se viralizó un mensaje que indicaba que los hombres que duermen en el refugio Papa Francisco estaban reclamando por colchones. Según el mensaje, hace más de dos meses llegaron 40 colchones nuevos, pero la directora, Lorena Acosta, afirmaba que no tenía orden de entregarlos. Además, el texto denunciaba que las personas estaban durmiendo prácticamente sobre el elástico de la cama, que las cloacas estaban colapsadas y que había una reducción en la cantidad de comidas.
Ante esta situación, Zonda Diario consultó a la secretaria de Políticas Alimentarias del Ministerio de Familia y Desarrollo Humano, Lorena Acosta, quien salió a desmentir la información y aclarar la situación. También especuló sobre quién podría haber viralizado el mensaje.
"He visto el mensaje y la foto, pero no es cierto. Ese colchón gastado que se ve en la imagen es un colchón de soporte, donde se coloca el de arriba, y han tomado una foto sacándola de contexto. Evidentemente, no es cierto, y no creo que esa versión haya surgido de los refugiados", afirmó.
Respecto al tema de los colchones nuevos que, supuestamente, no se pueden usar, explicó: "Tenemos colchones nuevos y, a medida que se van rompiendo los viejos, los vamos reemplazando. De hecho, no están guardados; están en un comedor que no se usa, donde cualquiera de los internos puede ir, sacar un colchón y colocarlo en su cama. No están bajo llave ni nada parecido", agregó.
Además, comentó que, en la actualidad, entre 20 y 25 personas están utilizando el refugio. Destacó que, en verano, la cantidad de personas que buscan dormir allí disminuye, mientras que en invierno suele aumentar.
¿Qué hay detrás de este mensaje?
"Yo calculo que pudo haber sido alguno de los empleados. Desde que comenzó esta gestión, implementamos una nueva reglamentación. Antes, cada uno hacía prácticamente lo que quería, y hoy hay normas que deben cumplirse. Además, contamos con una profesional nutricionista que asiste todos los días y verifica que la comida sea adecuada y en las proporciones correctas para los refugiados. También tenemos una asistente social que realiza controles y encuestas a los internos, quienes siempre declaran estar cómodos. Además, contamos con una psicóloga y un equipo técnico que frecuentemente visita el refugio para brindar contención. He mantenido reuniones con ellos y ninguno ha manifestado molestias por parte de los refugiados; al contrario, en nuestras encuestas siempre expresan conformidad", aseguró.
En este sentido, Acosta sugirió que "quizás haya sido algún empleado con una postura política contraria, al que le molestó que ajustáramos el régimen y el reglamento a favor de los refugiados ". También mencionó que las profesionales han comenzado a exigir ciertos estándares en la alimentación: "Ahora las comidas deben contener proteínas y cumplir con determinados requisitos. Yo creo que esto pudo haber incomodado a algún empleado, porque la condición de los refugiados ha mejorado" .