El humus de lombriz para vides y otros frutos
Pioneros de la lombricultura en San Juan reportan notables avances en vides, moras, rosas y limoneros, mejorando la salud de los suelos y reduciendo los costos de riego.
Una experiencia muy original que tuve oportunidad de conocer por esos primeros años del siglo fue el cultivo de lombrices para producción de humus de lombriz en vides y otras plantas. Blanca Montenegro Trejo las cultivaba en su criadero familiar de Santa Lucía, auspiciada y asesorada por la Asociación Sanjuanina de Lombricultores Orgánicos (ASLO), la Federación de Viñateros y Productores Agropecuarios de San Juan y el INTA.
Con el auspicio de ASLO -asociación apadrinada por el ingeniero Enzo Bollo Tapia de Chile, considerado un número uno en el mundo de la lombricultura- se habían llevado a cabo experiencias con humus de lombriz en vides en las propiedades de distintos productores de Carpintería, Zonda, Caucete, Albardón, Chimbas y Pocito. De acuerdo a las conclusiones obtenidas por entonces, aunque aquellas experiencias no podían ser calificadas de "definitivas", las investigaciones preliminares habían determinado que el "Humus de Lombriz" era "un excelente reconstituyente de suelos y un eficiente fertilizante orgánico".
A su tiempo, el Ing. Agr. Germán Babelis -asesor del INTA- nos hacía conocer su valorada opinión técnica sobre el uso de este abono orgánico: "El humus de lombriz es un fertilizante orgánico por excelencia. Como todo abono orgánico se usa en primavera y otoño. Entre las propiedades más importantes que se confieren -nos decía- es la de ser un mejorador natural de suelos, gracias a que forma complejos húmicos-arcillosos de gran estabilidad, lo que se traduce en un aumento de la fertilidad potencial del suelo. El incremento de la disponibilidad de nutrientes, la mayor capacidad del suelo para retener agua y la buena oxigenación del perfil de suelo -resumía- son las consecuencias del uso del lombricompuesto".
La lombricultura, el humus y sus ventajas
Como ahora sabemos, la lombricultura es una biotecnología orientada a la utilización de la lombriz como una herramienta de trabajo para el reciclaje de todo tipo de materia orgánica, y no solo para conseguir feca animal. Este cambio radical de concepción permite que hoy día pueda incorporarse a esta actividad mucha gente que cuenta con otros tipos de recursos reciclables que no sean necesariamente estiércol, dado que no es el único elemento indispensable para el éxito de un proyecto agrícola. Esta biotecnología permite obtener como productos finales el humus sólido que es la feca, la carne de lombriz (como cualquier otra carne de animal) y, mediante un adecuado proceso, también harina animal con un 73% de proteínas, además del humus líquido que podría ser utilizado, por ejemplo, en riego por goteo o por aspersión.
En cuanto al humus utilizado como fertilizante orgánico, al estar presente en el suelo, actúa dándole características que lo mejoran, no en la parte física solamente sino también en la química, en tanto "la sustancia encargada de restablecer las condiciones óptimas del suelo es el humus, dado que provee un alto nivel de materia orgánica humificada que resiste los ataques bacterianos y fúngicos tóxicos, regulando los cambios bruscos de PH". En los suelos arenosos compacta el suelo y reduce la cantidad de agua de los cultivos, entre otras virtudes.
Por eso ASLO sugería a los productores sanjuaninos procesar todos los desechos orgánicos que generalmente se desperdician, utilizando la lombriz para reciclar y posteriormente usar el humus con el fin de ganar eficiencia en el uso de los recursos relacionados con el suelo.
Resultados en moras, rosas, ciruelos y limoneros
Como nos contaba Blanca Montenegro Trejo, directora técnica de ASLO y dueña del criadero que visitábamos, que estaba acompañada por Alicia Urbano, presidenta de la Asociación Sanjuanina de Lombricultores -pioneras ambas de estas experiencias en San Juan-, "a mis moras les echo 50 gramos de humus una vez al mes y ya han duplicado el tamaño del árbol y también el diámetro del tronco". Lo mismo decía don Ramón Alberto Briones, productor de un criadero de lombriz en Chimbas: "El humus de lombriz en los rosales nos ha dado un resultado tremendo: los vecinos se preguntan ¿qué le ha dado a las rosas don Briones? La calidad del humus sanjuanino es incomparable por la sequedad del ambiente y del suelo. En zonas húmedas, la lluvia lava los suelos, dejándolos con menos nutrientes. En cambio, acá, el humus de lombriz es el que le trasmite al suelo la humedad".
En Albardón se había realizado una experiencia piloto con humus de lombriz en un monte de ciruelos del Sr. Cupari, obteniendo una ciruela de seis centímetros de diámetro y el aumento de ciruelas por árbol. Lo mismo había sucedido con los limoneros del Sr. Briones. El humus les había permitido obtener "mayor salud, menores costos y ahorro de agua también en un lugar donde el agua es un líquido precioso".