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Alianza de los milagros

Viejo es el viento y el Lechuzo tiene al eterno Roberval

Tiene 38 años y sigue jugando con su calidad intacta. Fue el héroe en la final ganada a Colón que le permitió a Alianza sumar su 26° título.

Roberval con la copa y posando para la posteridad con Ezequiel Pereyra otro de los buenos valuartes del LechuzoCrédito: Gentileza Tarly Martín

Dos pelotas en los palos. El arquero Carrizo de Colón tuvo una noche épica con tres intervenciones magistrales que impidieron la caída del arco Merengue.

Era la final del Torneo de Verano en el coloso de Pocito. Con ese césped impecable que permite desplegar un fútbol maravilloso a los que saben.

Colón lo ganaba al partido. Se puso en ventaja por la capacidad de resolver mejor una situación y porque supo aprovechar su momento.

Del banco de suplentes de Alianza sale él. Se distingue su figura a la distancia.
Algunas cargadas recibe desde la platea, pero él ni se inmuta. Devuelve con una sonrisa y se pone a calentar.

Mira de reojo el partido pero no le saca la mirada al entrenador por las dudas que lo llame.
A quince del final, el Pachi Pascual se la juega y lo llama. Y él viene con el entusiasmo como cuando jugaba en las calles de su Recife natal.

Espera para ingresar y entra con su ritmo calcino, ya no tan veloz. Con sus medias apenas subidas por obligación.

La primera que toca la devuelve bien y crea una pared que luego se pierde en la jugada.
La segunda que tuvo no dudó. Quizás por su olfato goleador o por la desesperación que el reloj corría sin prisa le pegó, pero la pelota se fue afuera.

Andaba siempre merodeando el medio campo, no se tiró como delantero. Quería estar en contacto con la pelota, aunque mucho no le llegaba porque la desesperación por empatar hacía que se perdiera la calma en los pibes.

Pero a los 38 años, ya jugó miles de partidos oficiales y no tantos. Es brasileño y la calidad no se pierde, no se oxida y aún cuando el árbitro dio 6 minutos adicionales, cuando la presión de empatar desespera, cuando en la tribuna de Colón ya se siente el "Dale campeón...Dale campeón".

Él toma el control.
Emison da Conceiçao, para el ambiente futbolístico Roberval.

Con algunos kilos de más, con la rodilla maltrecha y los tobillos algo hinchados, pide la pelota en el círculo central. El reloj marca 50 minutos  y 35 segundos.

Él no se desespera, la recibe y avanza sin mirar adelante. Ya lo había hecho antes y por el centro del campo de juego encara y desde 40 metros toma la decisión.

Sabe que no hay otra oportunidad y que es la última, después de eso, solo puede haber lágrimas de dolor.

En ese preciso momento donde en una tribuna hay alegría y la fiesta a punto de comenzar, en la otra angustia y desesperación por ver que todo se pierde, Roverbal con su zapatazo cambia todo.

La pelota vuela rápida y a media altura. Llevaba la precisión exacta para llegar a destino. La estupenda estirada de Carrizo no alcanza y la pelota besa la red en el minuto 50 y 47 segundos.

Otra vez un milagro lechuzo en el final. Como pasó con San Martín, como pasó entre semana con Juventud Zondina. La pelota entra y hay definición por penales.

Esa es otra historia, que por ahora lo tiene en la gloria al equipo de Santa Lucía que se queda con el torneo de verano y ahora va por la super final mañana contra el mismo Colón.

Los festejos duraron hasta largas horas de la madrugada. La ocasión lo ameritaba, pero Roberval decidió tomarlo con tranquilidad.

"A mi edad y en esta etapa de mi carrera esto es una bendición. Se disfruta mucho por los amigos, por los compañeros que hacen un esfuerzo enorme y por el cuerpo técnico que trabaja muy profesionalmente. Es uno de los goles mas importantes de mi vida, se lo dedico a todos los hinchas que no paran de alentar" cuenta en un español ciertamente entendible.

El domingo por la tarde estuvo con Diego Alvarez y Daniel Zamora, amigos con quienes compartieron fotos y mates a la orilla de la pileta. 

"El fútbol te da alegrías y tristezas dentro de la cancha, pero afuera te deja muchos amigos. En Alianza estoy volviendo a revivir momentos hermosos que disfruto a pesar de que no pueda estar al cien por ciento en lo físico", reflexiona el brasileño.

Mañana se vuelven a encontrar Colón y Alianza, para definir el campeón del 2023 y ese será otro capítulo de una serie milagrosa llamada Atlético de la Juventud Alianza.

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