Y un día salimos a la calle
La selección Argentina genera una ilusión tan grande en un mundial que une a todo el país y cuando los triunfos llegan la felicidad es tan grande que salimos todos a la calle para celebrarlo.
Por Vanesa Olivares.
Tenía solo 6 años y mucho no entendía que pasaba, pero de repente todo mi Jáchal se quedaba en silencio y solo ese eco inigualable de los gritos de goles resonaban por las calles.
Hasta que un día parada en la esquina de calle Juan de Echegaray y San Martín, vi la plaza llenarse de gente, vi vecinos llorando.
Erámos campeones del mundo. Ganaron en México 86. Un seleccionado histórico con la mano de Dios y el gol a los ingleses que erizaba la piel. Una imagen de felicidad tan potente que nunca se repitió en mi vida, hasta ayer.
Todos juntos festejando sin otros clubes o partidos políticos, que nos identifiquen. Todos solo con la celeste y blanca en el corazón unidos en el sufrimiento del alargue de los penales y sumidos en un abrazo con el gol de penal de Montiel.
Eso solo lo logra el fútbol. Con su magia, con su folclore.
Cada Mundial marca nuestras a vidas a fuego. Italia 90, nos dejó las lágrimas de Maradona; Brasil 2014, las de Lionel.
Costó.
Pero ahora llegó la alegría y cerrar el 2022 de una manera especial, dejando todo atrás y volviendo a disfrutar todos juntos como argentinos, unidos bajo esa bandera que nos representa.
Será el comienzo de un maravilloso 2023.