La Copa Hermandad en la que participó Desamparados

La Copa de la Hermandad, así se llamó el torneo en el que participó Sportivo Desamparados y que se jugó por única vez en marzo de 1977. El campeonato, que tuvo como ganador a Talleres de Córdoba, fue organizado por la efímera Liga del Interior.

En el año 1974, Amadeo Nuccetelli asumió la presidencia de Talleres, uno de los equipos más populares de Córdoba y del interior del país. Con la contratación de Ángel Labruna como director técnico y de importantes jugadores como Daniel Valencia, proveniente de Gimnasia de Jujuy, se comenzó a gestar lo que se llamó la "Revolución Talleres".

La T se convirtió en protagonista del Nacional de Fútbol, torneo en donde los equipos del interior podían enfrentarse a los grandes de la Capital Federal. El conjunto cordobés llenaba su cancha del Barrio Jardín y movilizaba más de 15 mil personas cuando jugaba de visitante. En algunas fechas, recaudaba más que River y Boca.

Este protagonismo que ganó Talleres en esos años, llevó a Nuccetelli a reclamar ante la AFA una nueva organización del fútbol argentino, en donde los equipos del interior tuvieran mayor participación, no solo en lo deportivo, sino también en lo económico, con derecho a participar de las ganancias del Prode, que en ese entonces significa una importante suma de dinero para alimentar las pobres arcas de los clubes.

Bravo señala uno de sus cinco goles a Desamparados en la semifinal.

Con la intención de que ese reclamo tuviera más fuerza, en enero de 1977, los clubes más importantes del interior se reunieron en San Salvador de Jujuy y fundaron la Liga del Interior. Con la intención de hacer su presentación en sociedad organizaron la Copa de la Hermandad.

En el torneo participaron ocho equipos: Talleres e Instituto de Córdoba; los mendocinos Godoy Cruz, Independiente Rivadavia y Gimnasia y Esgrima; San Martín de Tucumán; Gimnasia de Jujuy y Sportivo Desamparados.

Los ocho equipos se dividieron en dos zonas de cuatro. La primera fase se disputó en los estadios de Instituto de Córdoba e Independiente Rivadavia de Mendoza, mientras que las semifinales y final tuvieron lugar en la cancha de Talleres de Córdoba.

El grupo 1 se lo adjudicó en forma invicta Talleres, luego de vencer a Instituto, Gimnasia de Jujuy y Godoy Cruz. El otro clasificado para semifinales fue el Lobo jujeño.

Mientras que Independiente Rivadavia ganó el grupo 2, zona en donde Desamparados también consiguió el pasaporte para las semifinales.

El equipo puyutano debutó empatando con Gimnasia de Mendoza en dos, luego cayó por la mínima diferencia ante Independiente Rivadavia y culminó su presentación venciendo a San Martín de Tucumán por 2 a 1.

El plantel de Desamparados, dirigido por el profesor Méndez de Socio, estaba integrado, entre otros, por Schattenhoffer, Mercado, Signorelli, Salinas, Fernández, Sosa, Rivarola, Quiroga, Rodríguez, Vega, Ulrich, Lizzi y Sánchez.

En semifinales, los Víboras cayeron ante el principal candidato, Talleres, por 5 a 0. Los cinco tantos del equipo cordobés fueron convertidos por Humberto Bravo, delantero que también integró la Selección Argentina y que fue desafectado, por Menotti, de la lista definitiva del Mundial de 1978 junto a Víctor Bottaniz y un tal Diego Armando Maradona. En la otra semi, Independiente Rivadavia le ganó por la mínima diferencia a Gimnasia de Jujuy.

En el partido decisivo, jugado en la cancha del Barrio Jardín, la T se alzó con el trofeo al vencer a los mendocinos por 2 a 0 con goles de Ludueña y Ramallo.

En agosto de 1979, a los pocos meses de haber asumido la presidencia de la AFA, Grondono "barrió" a la naciente Liga y todos sus reclamos. Don Julio firmó la resolución 1309 que establecía una serie de requisitos para que los equipos del interior pudieran participar en Torneo Metropolitano. El único equipo del país que cumplía con todas las condiciones requeridas era Talleres de Córdoba.

Sin el equipo cordobés, ideólogo y principal representante del proyecto, la Liga del Interior perdió fuerza y finalmente desapareció al igual que la Copa de la Hermandad. El único beneficiado, el fútbol de Buenos Aires.