El técnico que marcó un antes y un después en la Selección Argentina
El 30 de septiembre de 1974, César Luis Menotti fue designado como director técnico de la Albiceleste, iniciando un ciclo que le dará prestigio al equipo nacional.
Durante décadas los argentinos nos autoproclamamos como "los campeones morales" del fútbol, a pesar de los reiterados fracasos o las ausencias de la Selección Argentina en las Copas del Mundo organizadas por la FIFA desde 1930.
Teníamos los mejores jugadores del mundo, nadie los igualaba técnicamente, pero fuimos al Mundial de Suecia en 1958, luego de no asistir a los Mundiales de 1950 y 1954, y Checoslovaquia nos pasó por encima.
En Chile 1962 e Inglaterra 1966, participamos "sin pena ni gloria" , a México 1970 no clasificamos y en Alemania 1974, la Selección Argentina tocó fondo, con un plantel que estaba a cargo de tres entrenadores, que pregonaban un fútbol distinto y no se ponían de acuerdo sobre cómo debía jugar el equipo.
Desorden, improvisación, técnicos que asumían y se alejaban (o los alejaban) al poco tiempo, jugadores que no querían vestir la camiseta de la Selección Argentina, por el poco prestigio que tenía el equipo nacional y el caos que reinaba a su alrededor.
Todo comenzó a cambiar finalizado el Mundial de 1974 de Alemania, cuando David Bracutto, titular de Huracán, que en junio de ese año había asumido la presidencia de la AFA, decide ofrecerle la dirección técnica de la Selección Argentina a César Luis Menotti, un joven de 33 años que condujo al Globo de Parque Patricios a obtener el título de 1973 desplegando un fútbol brillante.
El sí del Flaco a la propuesta de Bracutto marcó un antes y un después en la historia de la Selección Argentina, que a partir de ese momento y de acuerdo al plan de trabajo que presentó el técnico, se convirtió en "prioridad" y un "orgullo" para los jugadores que eran convocados.
En sus primeras palabras como técnico, Menotti expresó: "La idea es jerarquizar a la Selección. Tengo la posibilidad de demostrar que se puede construir una estructura sólida, capaz de respaldar el trabajo del técnico".
"Tenemos que copiarles la disciplina y la organización que tienen las selecciones europeas, pero no la manera de jugar. Lo que ellos tienen se puede adquirir; lo que nosotros tenemos ellos no lo pueden comprar porque nosotros somos los proveedores de los grandes jugadores, de la materia prima", agregó.
Según el Boletín N° 54 de la AFA, del 2 de octubre de 1974, se conoció la primera lista de convocados de Menotti, para enfrentar el 12 de octubre a España en cancha de River. Los dieciocho convocados fueron: Rubén Sánchez, Osvaldo Potente y Enzo Ferrero de Boca Juniors; Jorge Leyes, Jorge Carrascosa, Miguel Brindisi, Carlos Babington, René Houseman y Francisco Russo de Huracán; Juan José López de River; y Carlos Gay, Eduardo Commisso, Miguel Ángel López, Francisco Sa, Miguel Raimondo, Daniel Bertoni, Ricardo Bochini y Agustín Balbuena de Independiente.
Lo que pasó luego es historia conocida, un proceso que alcanzará su pico de gloria con la obtención del Mundial que se jugó en Argentina en 1978 y el título Mundial conseguido con la Selección Juvenil en Japón 1979.
Más allá de los dos mundiales conseguidos, el principal logro del ciclo que encabezó César Luis Menotti fue el de jerarquizar la Selección Argentina. A partir de ese momento el sueño de cualquier jugador argentino fue ser convocado a la Selección y vestir la "Celeste y Blanca".