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Festejos en el Pueblo Viejo

El Club Atlético San Martín celebra 118 años

El Verdinegro fue fundado el 27 de septiembre de 1907 en la peluquería de Octavio Alcota.

San Martín celebra 118 años de vida.

El Pueblo Viejo está de fiesta. El Club Atlético San Martín festeja 118 años y que mejor para homenajearlo que recordar a dos jugadores que contribuyeron a escribir la rica historia del Verdinegro que fue fundado el 27 de septiembre de 1907 en la peluquería de Octavio Alcota.

Uno de ellos es Rogelio Mallea, el Gelo, el dueño del arco de San Martín durante más de 20 años; el otro es Eduardo Merino, el goleador histórico del club y el jugador que más veces vistió la camiseta del Verdinegro: en más de 300 ocasiones.

Rogelio Mallea

Mallea también fue arquero de la Selección de San Juan.

Rogelio Mallea, más conocido como "Gelo", comenzó a jugar en los clubes de barrio, que a finales de la década de 1930 y principios de 1940, aparecían en todos los rincones de la provincia.

Las buenas actuaciones que tenía en los partidos de barrio, llevó a que los dos clubes más importantes del Pueblo Viejo, San Martín y Peñarol, pusieran sus ojos en él.

Los dirigentes Bohemios llevaron a Mallea a la Liga Sanjuanina para que el arquero firmara para ellos, pero la falta de la partida de nacimiento, demoró el fichaje un día más, día que fue crucial para que Gelo llegará al club donde comenzaría a escribir su historia.

"Al día siguiente llegó a mi casa el señor Enrique Lima, que era colaborador de San Martín, y me preguntó si quería jugar en el club. No dudé un instante y con partida en mano nos fuimos a la Liga. Cuando llegamos estaban los dirigentes de Peñarol, que pensaron que firmaría para ellos. Este hecho originó una gran discusión. Como no se llegaba a un acuerdo, el señor Godoy, secretario de la Liga, propuso que me preguntaran para quien quería firmar. Yo firmó para San Martín, contesté, era simpatizante del club", recordó Mallea.

Su amor por San Martín hizo que Mallea olvidara la palabra empeñada a los dirigentes de Peñarol y en 1946 arribó al Verdinegro. El arquero que hasta hace poco brillaba en los partidos de barrios, comenzó a deslumbrar en la Cuarta. Sus buenas actuaciones, a dos años de su llegada al club, lo hicieron debutar en  la Primera.

Debutó contra Godoy Cruz en Mendoza, en un partido de preparación, por una cuestión del destino. Viajó junto al plantel como acompañante. "A medianoche, el utilero, un señor Fernández, me dijo que tal vez jugaba yo. Los nervios se apoderaron de mí. Entré por Armando Malaisi que era el arquero titular y que se encontraba enfermo", afirmó Mallea y agregó: "Saqué pelotas imposibles, volando de un lado a otro. Terminé golpeado en los codos y las manos".

Rogelio Mallea atajó durante más de 20 años en San Martín.

A partir de ese momento, Gelo se apoderó del arco de San Martín, que sería su casa durante más de 20 años. Con su estilo volador, saliendo a descolgar centros, tirándose a los pies de los adversarios para robarles la pelota, se convirtió en titular indiscutible en un equipo donde brillaba Arturo Bustelo, Eduardo Merino, Pancho Antuña, el "Negro" Gómez, un equipo que entre el 50 y el 60, ganó 8 campeonatos,cuatro de ellos de manera consecutiva.

Una anécdota podría resumir lo que fue San Martín en la vida de Rogelio Mallea. "Me caso un día viernes por la tarde del año 1954. A la noche me vienen a buscar los dirigentes para que concentrara, ya que el arquero que me iba a reemplazar no podía jugar. San Martín enfrentaba a Los Andes y necesitaba ganar para ser campeón. Acepté jugar y recién después del partido pude comenzar mi luna de miel", expresó.


Eduardo Merino

Eduardo Merino, es el goleador histórico y el jugador que más veces vistió la camiseta del Verdinegro.

Eduardo Merino empezó a jugar al fútbol en el Sport Argentino de su Albardón natal, junto a sus tres hermanos, uno de ellos Rafael, que también jugó en el Verdinegro durante varios años

"El Gringo", tal como lo apodaban a Merino, llegó a San Martín cuando comenzaba la década de 1940, de la mano de su cuñado, Víctor Calise, simpatizante del club.

Con 16 años comenzó a jugar en Quinta, teniendo como compañeros a dos nombres que también dejarían su huella en la rica historia del Verdinegro, uno como dirigente otro como jugador, Hilario Sánchez y "Pancho" Antuña.

Debutó en Primera División con jugadores de la talla de Olegario Díaz y Cabrera Sanz, que habían brillado  en el equipo en la década de 1930.

Si bien jugaba en los tres puestos del frente de ataque, Merino se sentía mejor jugando por las puntas, de wing. Por la izquierda, por la derecha, explotaba su velocidad para ganarle la espalda a los defensores rivales y aprovechar de esta manera los pases en profundidad del "Negro" Vera  o el "Negro" Maravilla.

De derecha, de cabeza, con la izquierda, de penal, se cansó de festejar con la camiseta del Verdinegro: convirtió más de 130 goles en más de 300 partidos con la casaca esperanza y luto. En su despedida, promediando los años 60, le hizo dos goles a Del Bono.

Merino formó parte de grandes planteles como aquel que festejó los campeonatos de 1954, 55, 56 y 57 o  en el que comenzaban a brillar Irrazábal, Naveda y Velázquez, entre otros.

Gol de Merino a Atlético de la Juventud en julio de 1957.

Nota: Declaraciones realizadas por Rogelio Mallea y Eduaro Merino al autor en el año 2007.

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