Ricardo Palacio: "Sin industria no hay nación, sin industria no hay progreso"
El presidente de la Unión Industrial de San Juan, Ricardo Palacio, advirtió sobre la crisis que atraviesa el sector, compuesto en su mayoría por PYMES que dependen del mercado interno. Criticó la falta de políticas de fondo, el impacto de las importaciones y la especulación financiera que desalienta la inversión productiva.
El presidente de la Unión Industrial de San Juan, Ricardo Palacio, trazó un panorama complejo sobre la situación del sector industrial en la provincia y en el país. Con una mirada crítica hacia la falta de políticas de fondo, subrayó las dificultades que enfrentan especialmente las pequeñas y medianas empresas que abastecen al mercado interno, un segmento que hoy sufre la caída del consumo y la presión de los costos. Así es el momento que vive el sector en el día de la Industria Sanjuanina.
Palacio advirtió que "la situación del sector industrial es muy complicada" y que la visión del Gobierno nacional no contempla a la industria como motor de generación de ingresos ni como el principal generador de empleo privado. "Se desconoce que somos el sector que más mano de obra calificada emplea", aseguró.
El perfil del sector industrial en San Juan
El dirigente explicó que la estructura industrial sanjuanina se sostiene sobre un entramado de pequeñas unidades productivas. "El sector está compuesto en un 90% por PYMES, micro y pequeñas industrias, en su mayoría familiares, que representan el 80% de la mano de obra privada en la provincia", detalló.
El mercado de estas industrias es, principalmente, el interno. Allí se encuentra una de las mayores dificultades: "Hoy el mercado interno registra caídas de más del 30% en algunos sectores. Esto reduce cada vez más las oportunidades de las empresas, y complica la sostenibilidad de la actividad", señaló.
La falta de políticas estructurales
Para Palacio, los problemas no son coyunturales, sino que responden a un modelo sin rumbo definido. "Durante muchos años la industria ha estado manejada con políticas de parches, de muy corto plazo. Sin medidas de fondo específicas para el sector, será muy difícil salir de esta coyuntura en la que estamos atrapados desde hace tiempo", advirtió.
A esto se suma el impacto de las importaciones. "Estamos compitiendo en desigualdad con países que tienen financiamiento, infraestructura y políticas industriales claras, mientras en Argentina sufrimos los impuestos más altos de la región y tarifas eléctricas elevadas. Si además se abren las importaciones, es un golpe muy duro para la industria nacional", enfatizó.
La comparación con los años ’90
Palacio no dudó en trazar un paralelismo con otra etapa crítica: "Vemos muchas similitudes con lo que ocurrió en los ’90. La industria no es prioridad, y hasta se nos considera derrochadores de dólares. Esto lo dijo el propio presidente de la Nación, y es alarmante porque falta sentido común".
El dirigente recordó que alrededor de la industria se construyen comunidades y se dinamizan otras actividades. "La industria genera arraigo, impulsa la educación técnica, desarrolla el comercio y hasta el turismo. Pensar que no es parte de la solución es un error gravísimo. El mundo ya lo entendió: los países desarrollados, desde Estados Unidos y China hasta Brasil y Europa, basaron su crecimiento en la industria", subrayó.
En contraste, cuestionó el rumbo actual: "Hoy es más negocio tener un plazo fijo o jugar a la timba financiera que invertir en una máquina y generar trabajo. Eso es riesgoso porque las consecuencias de este modelo especulativo se verán en el mediano y largo plazo, con industrias que pueden desaparecer".
Un reclamo histórico: incentivos a las PYMES
El presidente de la Unión Industrial recordó que el sector viene reclamando un marco normativo de apoyo que nunca se concreta. "Un Régimen de Incentivos para las Pequeñas Industrias es algo que pedimos hace tiempo. Fue prometido en distintas reuniones, pero estamos terminando año sin que se trate, y hoy ni siquiera se habla de esa ley".
Palacio concluyó con una reflexión crítica hacia la dirigencia política: "Lo que falta en Argentina es sentido común. El mundo nos indica que sin industria no hay nación, que sin industria no hay progreso. Lamentablemente, nuestros políticos no saben ver lo que el mundo nos está mostrando".