Sarmiento, entre la masonería y sus orgías en Europa
El prócer sanjuanino llegó a ser Gran Maestre de la Masonería Argentina. Además, entre sus cualidades, se destaca la de ser honesto, de allí su necesidad de justificar sus gastos, incluidas varias orgías, al gobierno chileno, que lo envió al Viejo Continente para estudiar el sistema educativo.
Domingo Faustino Sarmiento, como otros tantos importantes hombres que contribuyeron a construir la historia de Argentina, entre ellos muchos presidentes, fue masón. Fue iniciado en Chile y alcanzó a ser el Gran Maestre de la Masonería Argentina. Durante su presidencia, por cuestiones éticas, renunció a ser masón.
"Sarmiento fue iniciado en la masonería en julio de 1854 en la Logia Unión Fraternal de Valparaíso en Chile. Le otorgaron el grado de aprendiz y casi al mes, lo llevan a compañero", señala Atilio De Giovaninni, Primer Gran Vigilante Adjunto de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones.
Sin embargo, antes de ingresar a la masonería y estando exiliado en Chile, el sanjuanino viajó en 1845 a Europa, África y Chile, enviado por el ministro trasandino de Instrucción Pública, Manuel Montt, para que se interiorizara sobre los sistemas educativos y las políticas inmigratorias de aquellos países.
Durante este largo viaje, financiado por el gobierno chileno, Sarmiento visitará Francia, España, Argelia, Italia, Alemania, Suiza, Inglaterra, Estados Unidos, Canadá y Cuba, en donde conocerá a importantes masones. "Gran parte de los intelectuales europeos, ya sean liberales o conservadores, pertenecían a la masonería", explica De Giovaninni.
"En Europa no encuentra el formato de educación que buscaba, ya que gran parte de la estructura del conocimiento era eclesiástico. El queda sorprendido por el sistema de Escuela Normal en Estados Unidos, por sus conceptos y métodos educativos, en donde conoce a Horace Mann, el gran educador estadounidense", señala.
Al regresar de ese extenso viaje, que dura dos años, Sarmiento presenta los gastos al gobierno chileno y entre los diversos ítem figura en varias ocasiones el de orgías.
"Sarmiento era un hombre tremendamente honesto y tenía que justificar los gastos. En cuanto a las orgías, que hace mención en su rendición de cuentas, debe tomarse el concepto latino: una reunión placentera con amigos, en donde conversaban, comían y bebían, y podían durar varias horas. Luego se le da otro significado que no tiene nada que ver", explica De Giovannini.
Regresando al camino de Sarmiento en la masonería, que se inició en Valparaíso en 1854, el Grado 3 que es el Maestro Masón, que representa la culminación de la iniciación y simboliza la madurez, el conocimiento avanzado y la sabiduría, según De Giovaninni fue otorgada a Sarmiento "muy posiblemente en San Juan, en la Logia San Juan de la Frontera, una de las logias anteriores a la Gran Logia Argentina".
En la "Tenida de la Unidad Nacional" del 21 de julio de 1860, Sarmiento recibió el Grado 33 (máximo en la escala masónica) junto al entonces presidente Santiago Derqui, Bartolomé Mitre y Justo José de Urquiza.
"Antes de asumir la presidencia en 1868, en un discurso fantástico ante los hermanos , Sarmiento renuncia a la masonería, fundamentando que es presidente de todos los argentinos y que nadie piense que beneficiará a sus hermanos", afirma De Giovaninni.
En el discurso que pronunció ese día, el sanjuanino expresó: "Un hombre público no lleva al gobierno sus propias y privadas convicciones para hacerlas ley y regla del Estado".
"Llamado a desempeñar altas funciones públicas, ningún motivo personal ha de desviarme del cumplimiento de los deberes que me son impuestos; simple ciudadano, volveré un día a ayudaros en vuestras filantrópicas tareas", agrega Sarmiento en sus palabras.
De Giovaninni sostiene que "una vez que termina la presidencia, vuelve a la masonería y es designado el Gran Maestre de la Masonería Argentina. Es masón hasta su muerte y en su tumba en el Cementerio de la Recoleta se pueden observar varios símbolos masónicos".