Los perros de Pocito serán rehabilitados y puestos en adopción responsable: "Ninguno será sacrificado"
El proteccionista que se hizo cargo de los animales que se comieron el cuerpo de un hombre en Pocito explica cómo es el proceso para rehabilitarlos y destaca que los perros no han sido sacrificados.
Tras el macabro hallazgo en Pocito, que estremeció a toda la provincia, una nueva historia comienza a escribirse. Ya no se trata del abandono ni de la tragedia humana, sino del futuro de los seis perros que vivieron en ese escenario y que hoy están bajo resguardo judicial. Luciano Castro, proteccionista y referente de "Mundo Patitas" en San Juan, se hizo cargo de ellos por disposición del fiscal y asegura que recibirán tratamiento, rehabilitación y, finalmente, un hogar adoptivo.
"Los tengo en depositario judicial por órdenes estrictas del fiscal. Fueron entregados a mi ONG, a ninguna otra más ", aclara de entrada Castro, con la intención de despejar las dudas que circularon en redes sociales. "Son cuatro perros grandes y dos cachorros. Entre ellos hay una mamá con crías que tiene dos bebés. La perra es de tamaño mediano chico, y tiene un gran tumor. Los perros están bajo mi cuidado".
El estado de salud
Los animales fueron rescatados en condiciones delicadas. "Están un poco deshidratados, con garrapatas. Están un poco anémicos, tenían mucha fiebre. Padecen mucho de colitis", explica el proteccionista. A raíz de esa situación, el fiscal dispuso que sean evaluados exclusivamente por el veterinario Gustavo Aragón, de Veterinaria El Retoño.
El tratamiento ya comenzó con análisis de sangre, controles clínicos y una dieta estricta. "Están con un alimento balanceado especial. Una vez que se recuperen en peso, emocional y físicamente, se procederá con la esterilización de cada uno. Luego, una vez que estén listos, recuperados y esterilizados, se procederá a buscar familias adoptivas", detalla Castro.
Un proceso de confianza
La imagen que muchos vecinos tenían de estos perros era la de animales agresivos, difíciles de controlar. Pero Castro ofrece otra perspectiva: "Son perros que han estado protegiendo su lugar porque se criaron ahí. Hace cuatro meses que ese lugar estaba en abandono total, por lo que la única comunicación que tenían era con esa persona. Es lógico que estuvieran a la defensiva".
El rescate fue complejo, pero una vez que lograron contacto humano, la transformación fue inmediata. "Cuando ingresamos con la policía estaban a la defensiva, alterados, pero cuando los empezamos a acariciar y tocar logré capturarlos y meterlos en jaulas. Hoy los tengo sueltos con mi manada. Están muy bien, con cero agresividad. Son perros sociables, súper buenos como cualquier otro animal".
El camino hacia la adopción
La rehabilitación no tiene tiempos exactos. Según Castro, dependerá de cada uno: "No te puedo decir una fecha porque no sabemos en qué tiempo responderá el organismo y la mente de cada animal. Podría decirte un mes, y a lo mejor mañana o pasado ya están listos para la adopción. No hay un plazo concreto".
Todos son jóvenes, de entre uno y tres años, lo que aumenta sus posibilidades de adaptarse a nuevas familias. El proceso, asegura el proteccionista, será gradual, basado en cuidados, comida y atención. "Son animales muy sociables, aunque tienen mucho miedo cuando se les acerca alguna persona. Poco a poco se irá modificando ese carácter hasta que vuelvan a confiar en el ser humano".
Seguridad y resguardo
Por ahora, la ubicación exacta del refugio no será difundida. "No la podemos dar. Puedes poner mi número de teléfono, pero preferimos resguardar los lugares donde tenemos a los animales. Nos ha pasado en otros casos que buscan matarlos o envenenarlos. Por eso actuamos en base a la seguridad para ellos", advierte Castro.
La aclaración más importante, sin embargo, es que los animales no serán sacrificados. "Ninguno de los perros ha sido sacrificado. Los tengo yo en depositario judicial. Estuve en el allanamiento y me hice cargo de los animales. Mucha gente cree que los han sacrificado, pero no es así. Hoy están en mi domicilio, cuidados y esperando recuperarse", remarca.
Con esa certeza, lo que parecía otra página oscura en la historia de Pocito se convierte en una oportunidad. Estos perros, que sobrevivieron al abandono y a la tragedia, ahora esperan la chance de una segunda vida: la de ser adoptados y convertirse en parte de una familia.