El Gobierno evalúa dejar a la TV Pública afuera del Mundial 2026
Si se confirma la decisión, sería la primera vez en casi medio siglo que la TV Pública no transmitiría partidos de la Selección Argentina en una Copa del Mundo.
El Ejecutivo nacional evalúa la posibilidad de no participar en la compra de los derechos de transmisión del Mundial de Fútbol 2026, que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá. La medida marcaría un hecho histórico: desde 1978 la televisión estatal no se ausenta de la emisión de partidos de la Selección Argentina en una cita mundialista.
La discusión se da en medio de la intervención oficial sobre los medios públicos, con Radio y Televisión Argentina y Contenidos Artísticos e Informativos SAU bajo la órbita de Carlos Curci. El objetivo central de la gestión es profundizar el ajuste presupuestario, reducir gastos y rediseñar la estructura de las empresas estatales de comunicación.
En paralelo, la administración de Javier Milei mantiene en agenda un proyecto mayor: la privatización de los medios públicos. Si bien esa alternativa aparece como la más ambiciosa, tampoco descartan el cierre de algunos de ellos. Para avanzar en ese sentido, el oficialismo espera mejorar su representación legislativa tras las elecciones de octubre, que renovarán bancas en el Congreso.
Antecedentes recientes
La tendencia a relegar la transmisión de los partidos ya se reflejó en los últimos meses. Durante 2024 y 2025, Telefe fue el canal que emitió los encuentros de la Selección, incluyendo la Copa América, las eliminatorias y varios amistosos internacionales.
Frente a la licitación de derechos que impulsa la FIFA para el Mundial 2026, el Gobierno evalúa qué paquete de opciones podría ser económicamente viable. Existen distintas categorías: desde la televisación completa de los partidos hasta transmisiones radiales, clips para resúmenes y contenidos digitales bajo demanda.
Por ahora, los funcionarios a cargo mantienen reuniones internas para analizar costos y definir una postura. La decisión final dependerá de cuánto esté dispuesto a desembolsar el Estado en un contexto de fuerte recorte del gasto público.