Malestar en San Juan por la decisión nacional de convertir el Instituto Sanmartiniano en museo
Miguel Ángel Licciardi calificó la medida como una "afrenta a la memoria del Libertador" y advirtió sobre su carácter inconstitucional
La decisión del Gobierno nacional de transformar el Instituto Nacional Sanmartiniano en un museo generó un profundo malestar en las asociaciones sanmartinianas de todo el país. En San Juan, el presidente de la Asociación Cultural Sanmartiniana, Miguel Ángel Licciardi, expresó su rechazo y calificó la medida como "una ofrenda a la memoria del Libertador General San Martín", señalando que no solo desconoce el carácter histórico e institucional del organismo, sino que también implica la pérdida de su función académica y de investigación.
Un organismo creado por ley y con un rol histórico
Licciardi recordó que el Instituto Nacional Sanmartiniano fue creado por ley y tiene sede propia en Palermo, en un edificio que es réplica de la Casa de Grand Bourg, donde vivió el libertador en el exilio. Esta construcción fue donada por la viuda de José Pacífico Otero, fundador del Instituto, con la condición de que la propiedad se destinara exclusivamente a su funcionamiento.
"Es un instituto de estudio, investigación y difusión de la vida y obra del Padre de la Patria. Allí funciona el Consejo Superior, la Academia y la coordinación con las asociaciones culturales sanmartinianas de todo el país. Transformarlo en museo es quitarle su esencia y reducirlo a un espacio de exhibición, sin capacidad de análisis ni de producción histórica", señaló.
Rechazo a los argumentos oficiales
El dirigente sanjuanino remarcó que el organismo no representa un gasto significativo para el Estado. "El presidente y los miembros de la academia trabajamos ad honorem. Cuando viajo a Buenos Aires me pago el pasaje, el hotel y la comida. Incluso los cafés en las reuniones los costeamos entre nosotros. El personal administrativo es el mismo que tendría cualquier área del Ministerio de Cultura", explicó.
Licciardi advirtió además sobre la contradicción económica de la medida: "Si lo convierten en museo, el director deberá percibir un sueldo, cosa que no ocurre con el presidente del Instituto. Es decir, pasará a generar un gasto en lugar de mantener su funcionamiento austero".
Posible inconstitucionalidad del decreto
Otro de los puntos que generó preocupación es el marco legal de la decisión. El Instituto fue creado por ley, por lo que —según Licciardi— el Poder Ejecutivo no puede disolverlo mediante un decreto.
"La Cámara de Diputados no ha convalidado el decreto y lo girará al Senado. Creemos que tampoco allí tendrá respaldo. Desde el punto de vista jurídico, el Instituto debería seguir funcionando, pero si desarticulan su estructura y personal, podrían hacerlo desaparecer en los hechos", alertó.
Un llamado a rever la medida
El presidente de la Asociación Cultural Sanmartiniana de San Juan dijo que se mantiene en contacto permanente con los presidentes de asociaciones de todo el país y con los demás académicos —25 en total—, muchos de ellos generales, retirados, abogados y doctores en historia.
"Ninguno entiende la medida. No hay una justificación económica, ni política, ni cultural para desmantelar un organismo que ha trabajado siempre con la máxima austeridad. Es un golpe no solo a la memoria del Libertador, sino a la patria misma", concluyó.