Ni el viento se quiere perder la Fiesta Nacional del Sol| Abrir nota completa...
Para ver esta nota en internet ingrese a: https://www.diarioelzondasj.com.ar/a/335094
Inseguridad

Ola de robos en un barrio de Chimbas: asaltan a un periodista a plena luz del día

Le quisieron robar el celular cuando volvía de hacer unas notas y se disponía a ver el partido de San Martin en familia en el barrio los Tamarindos. Su hijo vio todo. Lo peor es que no es el único caso y los jubilados de la zona ya no quieren ni salir a comprar por temor a que les peguen y le roben. Exigen respuestas.


Los Tamarindos, en el departamento de Chimbas, alguna vez fue un barrio de rutina apacible, de vecinos que se saludaban desde la vereda y niños que jugaban en la plazoleta. Hoy, esa postal cambió. Las calles están marcadas por el miedo, las rejas se cierran con doble traba y los vecinos —en su mayoría jubilados— viven una especie de "ruleta rusa ": no saben si salir a comprar pan los convertirá en la próxima víctima.

Y es que en menos de una semana, cinco hechos delictivos sacudieron a esta comunidad. Robos violentos, ataques con armas blancas, golpes a adultos mayores, amenazas a plena luz del día. Los delincuentes ya no tienen ni códigos, le roban y le pegan a mujer y jubilados. Entre los afectados está el periodista Pablo Zama, quien accedió a relatar su experiencia para visibilizar lo que él describe como "una situación fuera de control".

 
 El ataque a Pablo Zama a plena luz del día

Uno de los callejones que usan los ladrones para escapar tras los arrebatos. 

Eran cerca de las 18:30 del miércoles cuando Pablo Zama, periodista volvía a la casa de sus padres luego de realizar unas entrevistas por la zona de Benavídez y Maradona. Había dejado a su hijo en la casa de sus abuelos y  allí ambos planeaban ver el partido de San Martín contra rácing en Familia.

Zama estaba en la puerta de la casa de su padre, hizo una pausa. Revisó si los videos de sus entrevistas se habían grabado bien, si el audio estaba claro. Fue en ese momento, el más cotidiano, el más desprevenido, cuando un joven lo sorprendió desde atrás.

"Para mí estaba escondido entre unas plantas. Siento que se me tira encima y me manotea el celular. Lo agarré con fuerza, lo sujeté con las dos manos. Forcejeamos. Lo agarré del brazo. Me di vuelta y lo encaré".
En ese instante, Zama ya arrastraba una carga emocional: el pasado 30 de mayo a su padre le habían robado la billetera con 60 mil pesos y documentación.

"Lo quería boxear. Creo que llegué a pegarle. Él se alejó unos metros y cuando vi que se tocaba la cintura, me di cuenta: tenía un cuchillo", comenta a Zonda Diario. La decisión fue instantánea. Zama lanzó su celular por encima de la reja de la casa familiar para protegerlo, con tan mala suerte que cayó al hall de entrada y la pantalla quedó destruida. El atacante, sin haber conseguido el botín, sacó el cuchillo y exigió:

—Dame la billetera.

"Le dije que no tenía nada. Estaba muy enojado, caminaba hacia él, con los brazos abiertos. Tenía tanta bronca que ni pensé en el peligro real."

Al no obtener lo que quería, el delincuente se dio a la fuga por la vereda, rumbo al este, entrando a un callejón que conecta con el barrio San Francisco. Algunos vecinos lo vieron huir en bicicleta junto a otro joven.

"No sé si eran dos o uno. El que me atacó estaba con buzo gris, capucha puesta, pero le vi la cara. No tapaba nada. Tenía como 21 o 22 años". Lo más doloroso, sin embargo, ocurrió después: su hijo, de apenas diez años, había salido a abrirle la puerta al escuchar que llegaba."Me vio en la vereda, con los brazos abiertos, diciéndole al ladrón que no tenía nada. Vio todo. Imaginate lo que es eso para un chico".


Una seguidilla que estremece: cinco hechos en cinco días


Lo que vivió Zama no fue un episodio aislado. En cuestión de días, el barrio fue sacudido por una cadena de ataques. Según precisió el periodista:

Sábado: Un hombre fue asaltado en el mismo pasillo donde ocurrió el intento de robo a Zama. Le mostraron un cuchillo y le robaron el celular.
Miércoles (20:30): Una mujer fue tumbada de una trompada en el pecho y le robaron la mochila. Contenía su documentación, tarjetas y ropa para sus hijos.
Lunes (16:00): Un hombre de 86 años fue agredido brutalmente en un callejón. Le partieron la cabeza de un golpe.
Miércoles: Otro ataque similar se repitió en la misma zona.

A esta lista se suma el padre de Zama, asaltado en mayo en circunstancias similares. Y otro jubilado golpeado la semana pasada, también cerca, por calle Nueva Argentina.

 
Una comunidad vulnerable, olvidada y con inseguridad

La impotencia en el barrio crece. La mayoría de los vecinos son adultos mayores. Sus hijos, como Pablo, ya no viven con ellos, lo que hace que sea una zona de jubilados. lo peor es que cuando Zama fue a hacer la denuncia, asegura que una policía le dijo que deberían contratar seguridad privada. "¿Cómo le vas a pedir eso a un jubilado que apenas llega a fin de mes? Es un barrio de gente grande, honesta, que trabajó toda su vida. No puede ser que la única solución sea encerrarse o pagar vigilancia".

La Comisaría 26, a cargo de la jurisdicción, cubre una zona enorme con apenas un patrullero, según señaló la víctima del intento de robo. La policía admite que no dan abasto: "Es la teoría de la sábana corta. Cuidás una cuadra, te roban en la otra."

 
Falta de luz, de móviles… de respuestas

Otro de los grandes problemas del barrio es la iluminación. Se instalaron luces LED, pero sólo de un lado de la calle. El otro queda sumido en sombras. Las plazoletas y callejones son verdaderos puntos ciegos por donde los delincuentes se esconden y escapan.

"La calle Neuquén se ensancha antes de la plazoleta. Ahí debería haber luces de ambos lados. Las que hay no alumbran nada". 


El pedido desesperado de una comunidad

Pablo Zama decidió hablar no sólo por él, sino por sus vecinos. Porque lo que le pasó a él —y a tantos otros— podría haber sido peor. Porque su hijo vio todo. Porque no quiere que el miedo le gane al barrio que lo vio crecer.

"No es que nadie sepa. Esto está pasando todos los días. Ya no es de noche, ya no es a escondidas. Ahora te asaltan a cualquier hora, en cualquier vereda, sin importar quién esté mirando".  Un robo más en la zona develó el tremndo problema que atraviezan los vecinos y que necesita una solución urgente. 

Últimas noticias

Ver más noticias