Lara Godoy: "Este 28 de junio es un día de orgullo, pero también de memoria y resistencia"
Primera mujer trans en trabajar en el Ministerio Público Fiscal, Lara Godoy reflexiona sobre los avances y retrocesos en los derechos de la comunidad trans. A los 43 años, repasa su historia de lucha, el impacto del crimen de su amiga Azul, y el orgullo de ver cómo su provincia, San Juan, avanza en inclusión.
Este 28 de junio, Día Internacional del Orgullo, Lara Godoy no celebra únicamente la diversidad. Desde Córdoba, donde reside desde hace 16 años, esta mujer trans de 43 años, y pionera como trabajadora del Ministerio Público Fiscal de la Nación, pone en palabras una mirada honesta y urgente sobre lo que significa ser parte del colectivo trans en la Argentina actual.
"El Día del Orgullo es un día de lucha y de visibilidad. Y más que nunca, hoy tenemos que decirlo con fuerza", dijo Lara, quien es la primera secretaria trans del gremio SITRAJU, de judiciales del Poder Judicial de la Nación,
Lara no duda en señalar lo que considera un retroceso en materia de derechos. "Muchos discursos de odio que vienen desde el poder han habilitado a otros a odiarnos abiertamente.
En las redes se ve cada vez más hate. Y eso impacta en nuestras vidas reales: muchas compañeras quedaron otra vez sin trabajo con los cambios de políticas. Y nosotras no queremos volver a la oscuridad", sostuvo.
Una historia de exclusión, lucha y reconstrucción
Nacida en San Juan, Lara migró a Córdoba escapando de los códigos contravencionales que criminalizaban las identidades trans.
"San Juan fue una de las últimas provincias en derogar esos códigos. Me fui huyendo de eso", contó.
Sin embargo, el tiempo trajo cambios. "Hoy me emociona ver compañeras trabajando en el Estado, en el Centro Cívico, o formando la primera cooperativa Drag Queen. San Juan avanzó muchísimo. Me siento orgullosa de mi provincia", expresó Lara.
Su camino no fue fácil. Excluida de su hogar en la adolescencia, dejó la escuela por el bullying y las miradas acusadoras. Terminó el secundario en un bachillerato para adultos. Durante más de 20 años fue trabajadora sexual, hasta que en 2020 se le abrió una oportunidad histórica: ingresar como instructora en la Fiscalía Federal N°1 de Córdoba, gracias a la voluntad política de su titular, el fiscal Enrique Senestrari.
"Mi vida cambió completamente. Hoy trabajo en investigaciones de trata de personas, y lo hago con vocación", afirmó Lara.
"La lucha por Azul fue un punto de inflexión"
Lara también fue protagonista de un hecho judicial histórico: la condena a prisión perpetua del asesino de su amiga Azul, víctima de un transfemicidio.
"Fue muy duro. Pero conseguimos justicia. Fue la primera vez que en Argentina, y en América Latina, se juzgó y condenó como femicidio la muerte de una mujer trans. Eso cambió la historia judicial", dijo.
Conmovida, recuerda que antes de ese precedente, las muertes trans quedaban impunes o ni siquiera eran reclamadas por una familia.
"Fuimos nosotras, sus amigas, las que nos sentamos con jueces, fiscales, las que empujamos el sistema. Y se logró. Eso también es orgullo", sostuvo Lara Godoy.
Orgullo es visibilidad, dignidad y futuro
Lara no romantiza la adversidad, pero celebra los avances. Valora la Ley de Identidad de Género, el cupo laboral trans y los cambios culturales, aunque alerta sobre la fragilidad de esos logros.
"Seguimos dependiendo de voluntades políticas. Hay que entender que lo que conseguimos fue con lucha, y que se puede perder si no estamos alertas.
No queremos que el trabajo sexual sea una imposición por falta de oportunidades, queremos que sea una opción, como cualquier otra. Queremos vivir dignamente", afirma con firmeza.
Hoy, en el Día del Orgullo, Lara lo dice con claridad. "Me siento orgullosa de lo que soy, de lo que logré, y de lo que logramos. Pero también sé que no podemos aflojar. Porque aún hay muchas hermanas que siguen en la oscuridad. Y el orgullo, en realidad, es por haber sobrevivido", concluyó Lara Godoy.