El comedor Rayito de Luna necesita materiales para concluir su ampliación
Desde hace décadas, Walter Szegedy brinda comida a niños y abuelos en la villa Centenario. Hoy pide ayuda para colocar el techo de una ampliación del comedor Rayito de Luna. No recibe ayuda estatal y trabaja con lo que consigue por donaciones.
Walter Szegedy tiene 51 años, es albañil y desde los años "90 dedica su vida a ayudar al prójimo.
En la villa Centenario, en Chimbas, fundó el comedor Rayito de Luna, donde cada día alimenta a unas 40 personas —entre niños y adultos mayores— con el esfuerzo propio y el apoyo de su familia.
Ahora enfrenta un nuevo desafío: necesita materiales de construcción para concluir una ampliación del comedor Rayito de Luna, y lanzó una campaña solidaria para poder terminarla.
"El comedor se sostiene a pulmón, con lo que la gente nos dona. Nunca recibí ayuda del Estado", cuenta Walter, quien vive en una casa humilde junto a su esposa y sus seis hijos, aunque son los mayores quienes colaboran en la tarea diaria.
El comedor, ubicado en calle Monseñor Gallardo 231, ofrece desayuno, almuerzo, merienda y cena a niños y abuelos en situación de vulnerabilidad.
Y si bien las necesidades son muchas, Szegedy apuesta a crecer. Inició una obra para ampliar las instalaciones, pero necesita materiales para avanzar: 12 palos de rollizos canteados de 5 metros, 54 metros de machimbre cuadrado de ¾
5 rollos de membrana, 200 ladrillones, 3 bolsas de cemento, 10 calcemit, una ventana grande, una puerta y un tarro de pintura, y 4 columnas de hierro de 8 mm.
Además, solicitó la donación de tres libros: el de Caja, Actas y Cuentas, fundamentales para mantener en orden la documentación del comedor, que ya cuenta con personería jurídica y papeles al día.
"Todo esto no es fácil. Lo hago de corazón, porque yo sé lo que es pasar hambre", afirma Walter, que combina su trabajo de albañil con esta vocación solidaria.
Y sueña con ofrecer aún más. Recientemente, se sumó un profesor de música para dar clases a los niños, y el Instituto Odontológico comprometió visitas para tareas de prevención dental.
Cualquier aporte, por pequeño que sea, ayuda a sostener este espacio que nació del amor y la necesidad.
Quienes deseen colaborar con materiales, herramientas o donaciones pueden comunicarse con Walter Szegedy al 264 5222012.
El comedor Rayito de Luna no es solo un lugar para comer. Es un refugio hecho a corazón abierto.