A 7 años del crimen de Florencio Chávez, la impunidad sigue intacta
Este 23 de junio se cumplieron 7 años del brutal asesinato de Florencio Chávez, el financista sanjuanino que apareció sin vida dentro de su auto en Santa Lucía
Este 23 de junio se cumplen siete años del brutal asesinato de Florencio Chávez, el financista sanjuanino que apareció sin vida dentro de su auto en Santa Lucía, con un disparo en la cabeza y señales claras de un violento robo.
Desde aquel 2018, la causa judicial no tuvo ni detenidos, ni sospechosos, y para su familia, la impunidad pesa tanto como el dolor.
Florencio tenía 42 años y se dedicaba a la compra y venta de divisas. Llevaba su negocio en absoluta reserva: su "cueva" era su propio auto, un VW Bora blanco, y solía estacionar en lugares sin cámaras de seguridad, lo que, según el fiscal de la causa, Carlos Rodríguez, dificultó la investigación desde el comienzo.
El crimen ocurrió el 23 de junio de 2018. Lo encontraron muerto, con un disparo detrás de la oreja, en la intersección de calles Roque Sáenz Peña y Landa, en Santa Lucía.
Le robaron el celular, una máquina de contar dinero, un maletín con más de cuatro millones de pesos y una carpeta con documentación confidencial. Lo único recuperado fue la máquina de contar billetes, hallada en un descampado por una mujer.
Desde entonces, la causa judicial recayó en el Tercer Juzgado de Instrucción, pero según trascendidos, no se ha dictado ninguna medida nueva en los últimos años.
El celular de Florencio, un iPhone, jamás fue localizado, a pesar de tratarse de un dispositivo rastreable. La familia considera eso una prueba más de que hubo encubrimiento o desinterés en la investigación.
Una muerte silenciada
La familia Chávez nunca protagonizó marchas ni movilizaciones masivas, como ocurrió en otros casos resonantes.
Sin embargo, desde los medios y en conversaciones directas con la Justicia, han insistido con el pedido de verdad. Melisa Chávez, hermana del financista, sostuvo en aquel momento que detrás del crimen podía haber "alguien poderoso" que frena el avance de la causa.
"La Justicia y la Policía se burlaron de nuestra familia. No hay culpables. Tampoco sospechosos. No hay nada en la investigación", afirmó Melisa, en diálogo con Zonda Diario cuando se cumplía el cuarto aniversario de la muerte de su hermano.
En estos siete años, San Juan ha tenido numerosos homicidios, muchos de ellos resueltos en cuestión de días. El caso de Florencio Chávez es una excepción dolorosa: el crimen perfecto, impune, sin rastro, sin culpables.
Las últimas horas de Florencio
La noche del viernes 22 de junio, Florencio salió de su casa y le dijo a su pareja que regresaría pronto. Nunca volvió. Su familia no sospechó nada: era habitual que no dijera adónde iba. Al día siguiente, fue hallado muerto en su vehículo.
Las primeras hipótesis apuntaron a un posible móvil sentimental, pero esa línea se descartó rápidamente. La teoría más firme siempre fue el robo vinculado a su actividad financiera informal.
La justicia ausente
Melisa y Alejandra Valdez, exesposa de Florencio, fueron las únicas que siguieron de cerca el expediente.
El juez Adárvez las recibió en algunas ocasiones, pero jamás les dio respuestas firmes. El fiscal Rodríguez nunca accedió a hablar con ellas, según aseguraron.
"Es imposible que con toda la tecnología que hay, nunca hayan podido rastrear su teléfono, ni acceder a sus últimas llamadas. Para nosotros eso fue una burla", expresó Melisa, con la voz quebrada por la impotencia.
Hoy, a siete años del crimen, el expediente duerme en los archivos judiciales, sin avances visibles, sin responsables y con una familia que sigue reclamando justicia en soledad.
La muerte de Florencio Chávez no puede quedar impune. No se puede permitir que un crimen tan violento quede en el olvido.