No hay impedimento para pelear por la vida
Tiene 76 años, juega al hockey césped en la Liga Masculina pero detrás de él hay una historia para contar de superación que se inició hace 68 años en la panadería de sus padres.
El pitazo final del árbitro lo lleva a mirar a su hijo que está a no mas de tres metros. Se miraron y se abrazaron. Jorge Sabe que habrá un impaz, porque él lo entiende así.
Sabe que en 10 dias deberá pasar por el quirofano a los 76 años y luego vendrá un tiempo de recuperación y eso significará que no habrá pantalones cortos, ni canilleras, ni camisetas ni palo de hockey césped.
El domingo y el almuerzo familiar ya es historia, en el jardín de casa mira a sus nietos, los disfruta y juega con ellos. Jorge no se priva de nada y su historia de vida es un ejemplo de lo que tiene como bandera de lucha.
"Cuando tenía 8 años estando en la panadería de mi padre una máquina amasadora me chupo el brazo derecho. Hasta que pararon las máquinas, los engranajes me destrozaron. Me sacaron de allí y yo vivía en Fraga en San Luis. Me llevaron los 40km que había hasta la capital pero no pudieron operarme y volvimos hasta Villa Mercedes donde me atendieron pero no había posibilidad de recuperarlo" empieza contando Jorge desde el sillón de madera que hay en su casa y el sol alcanza a darle tibiamente sobre su cuerpo.
Jorge respira pero no se pone mal al contar donde empezaron los primeros obstáculos de su vida.
"El 4 de junio de 1957 es una fecha que no me olvido mas, allí empecé una vida distinta. No fue fácil porque no tener un brazo me hacía diferente a los demas pero aunque no lo pueda creer yo seguí viviendo como si lo tuviera. Jugué al fútbol sin problemas, manejé motos y hoy tengo un auto con caja automatica que sigo manejando. No tener un brazo no me impidió seguir con la vida" cuenta Jorge que tiene un apodo muy particular.
Cuando tenía 25 años un cordobés se cruzó en su vida y le cambiaria por completo su vida. Era fanático de Talleres y le transmitió la pasión por esa camiseta y además le puso un desafío que supo sortearlo con éxito.
"Me dijo que tenía que hacer un deporte que me cambiaría la vida y me tiró un palo de hockey que alcancé a tomar con mi mano izquierda. Ahora tenés que empezar a jugar hockey césped me dijo y me llevó a una cancha. No podía ni manejarlo pero fue un desafío muy bueno para mi" siguió contando Jorge
No fue fácil pero empezó a jugar decidamente pero no se quedó con eso porque en el camino decidió hacer algo mas junto con su amigo Mario Testeri creó el hockey Césped en la Universidad en el 1971.
"Jugabamos y en 1979 llevamos a la U a jugar el primer nacional de caballeros. Tengo el placer de decir que iniciamos el camino de este deporte en la Universidad que hoy lo ve peleando en torneos nacionales y locales y eso para mi es una gran satisfacción"
Jugar y dirigir fue una tarea doble de su vida. Formó una familia con Lidia, con el cual tuvo tres hijos Jorge, Yanina y Romina. Solo el varón sigue jugando al hockey césped porque las chicas jugaron un tiempo y no siguieron con el legado de su padre.
"Jugar al hockey no solo fue un desafìo personal, fue una motivación para seguir. No me fue fácil y cuando estaba en San Luis no me aceptaban en una escuela secundaria, pero dejame mencionar al maestro Gaspar Cordaro. El habló con el director de la escuela y se puso como tutor y guía haciéndose responsable de mi. Fue algo que valoro mucho"
La charla se interrumpe porque uno de sus nietos le pide ir a jugar, solo queda mirar como lo hace. Increíblemente maneja el stick como si fuera el mas profesional.
No se notan los 76 años, quizás los movimientos sean mas lentos pero se ve que lo disfruta y su hijo que tiene el mismo nombre y de brazos cruzados mira como su padre disfruta de la vida y agrega.
"Es un gran ejemplo mi papá, para mi y para sus nietos. Tengo el placer de jugar con él cada fin de semana en Panteras y sin importar el resultado, porque a veces nos ganan 4 a 0 o 5 a 0 y sin importar seguimos jugando. Valoro lo que hace porque a su edad no se detiene"
A Jorge le puede faltar un brazo, pero le sobran ganas de vivir. Por ahora hara una pausa de algunas semanas, pero seguro volverá si no es para jugar lo hará para dirigir o acompañar porque a Jorge Omar Mercado, conocido como El Pulpo, nada lo detiene porque cuando se trata de desafìos es el primero en la fila para sortearlos.