San Juan perdería el 70% de sus ingresos por IVA si se aplica la reforma fiscal del Gobierno
Un informe del economista Nadin Argañaraz advierte que la "competencia fiscal" que impulsa la Nación podría provocar una caída del 70% en los ingresos por IVA para San Juan. Solo seis jurisdicciones mejorarían sus recursos con el nuevo esquema

El nuevo modelo tributario que propone el Gobierno nacional bajo el concepto de "competencia fiscal" podría tener un efecto devastador sobre las finanzas de la mayoría de las provincias argentinas. Así lo advierte un reciente análisis de Nadin Argañaraz, presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), quien puso la lupa sobre el futuro del Impuesto al Valor Agregado (IVA) si se concreta la descentralización impositiva. Desde el IARAF se toma como punto de partida que la alícuota del IVA actual es del 21%
Si se prevé una alícuota nacional del IVA del 10%, a la que se sumaría una alícuota provincial, uniforme, del 11%. Bajo esta configuración, las provincias recibirían íntegramente lo recaudado por el componente provincial del tributo en sus respectivas jurisdicciones.
Según el estudio de Argañaraz, si bien los ingresos totales de Naciones y del conjunto de provincias se mantendrían en niveles similares a los actuales, la distribución entre jurisdicciones cambiaría de manera radical. Solo seis provincias —Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Chubut y Neuquén— verían crecer sus ingresos. El resto sufriría caídas, algunas de ellas alarmantes.
En el caso de San Juan, la pérdida proyectada de ingresos sería del 70%, la quinta más pronunciada del país. Esta caída tiene su origen en el menor nivel de actividad económica y consumo formal registrado en la provincia en comparación con las que saldrían beneficiadas.

Las más afectadas serían Catamarca, Formosa y La Rioja, que necesitarían fijar alícuotas provinciales extremas del 71%, 46% y 42%, respectivamente, para alcanzar los niveles de recaudación actuales. En contraste, CABA y Buenos Aires podrían mantener alícuotas provinciales inferiores al 11% y aun así mejorar sus ingresos. De hecho, la Ciudad Autónoma aumentaría sus recursos por IVA en un 23%, y la provincia de Buenos Aires en un 19%.
Por otro lado, si se analiza el IVA provincial, debería cobrar cada provincia para igualar los ingresos que actualmente recibe por la coparticipación con alícuota del 21%. La sumatoria de la alícuota nacional y provincial de IVA sería inferior al 21% en seis jurisdicciones: CABA, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Chubut y Neuquén. Por otro lado, las 18 jurisdicciones restantes tendrían una alícuota de IVA provincial superior al 11%, para compensar la pérdida de envíos coparticipables. En el caso de San Juan se tendría que aplicar un IVA provincial por encima del 36%, más el 10% nacional será del 46%. De estas 18 jurisdicciones, las tres con mayor alícuota provincial serían Catamarca, Formosa y La Rioja. Según este ejercicio, la sumatoria de la alícuota nacional y provincial en estas jurisdicciones sería de 81%, 56% y 53%, respectivamente (suponiendo iguales cantidades).
"Este esquema refuerza las desigualdades estructurales entre jurisdicciones", señala Argañaraz. "La descentralización del IVA sin una adecuada compensación a las provincias de menor capacidad fiscal, consolidaría un país con regiones cada vez más ricas y otras cada vez más dependientes y empobrecidas".
El análisis pone en jaque una de las promesas del gobierno libertario de Javier Milei: la idea de fomentar la autonomía fiscal de las provincias. Sin mecanismos de redistribución o fondos compensatorios, el nuevo modelo no haría más que profundizar las asimetrías regionales. También se quebraría con el concepto de solidaridad fiscal, donde los que más tienen apoyan a las provincias más pobres.
En un contexto de fuerte ajuste y caída de la actividad económica, el debate sobre la coparticipación y la descentralización tributaria se vuelve cada vez más urgente. Para provincias como San Juan, el rediseño del sistema impositivo podría significar un golpe directo a su capacidad de sostener servicios esenciales, desde salud hasta educación.

Para considerar
El análisis de Argañaraz advierte sobre un punto crucial: la competencia fiscal en un país tan desigual como Argentina no parte de la misma línea de largada. Sin políticas de empalme que permitan una transición equilibrada, el riesgo es que la autonomía fiscal se convierta en una trampa para las provincias con menor actividad económica, condenándolas a una crisis aún más profunda.