Levantamiento del cepo: qué anticipan los privados sobre la inflación de abril
Las consultoras económicas analizan el posible impacto en los precios tras la salida del cepo y la implementación del nuevo régimen de flotación administrada.
La implementación de un nuevo esquema de flotación administrada para el tipo de cambio oficial, con una banda que se moverá entre los $1.000 y $1.400, sumado al levantamiento del cepo para personas humanas y una nueva depreciación del peso, genera expectativas sobre su impacto en los precios.
Si bien el presidente Javier Milei afirmó que la inflación de abril será inferior a la de marzo, las consultoras mantienen una postura prudente y señalan que aún es temprano para hacer proyecciones definitivas.
Desde EcoGo, la economista Rocío Bisang indicó que en los primeros relevamientos de precios no se registraron aumentos marcados, aunque aclaró que parte del ajuste podría haberse adelantado en semanas previas, en medio de rumores sobre un cambio en el esquema cambiario. Con ese escenario, proyectan una inflación del 3,8% para abril, un nivel similar al de marzo, considerando el arrastre estadístico.
Por su parte, la consultora FMyA estima una inflación del 5% tanto en abril como en mayo, y anticipa una desaceleración que podría llevar el índice por debajo del 2% mensual hacia fin de año. Para 2025, prevén una inflación del 35%, contemplando factores como la reapertura de paritarias y postergaciones en los aumentos de tarifas y combustibles.
En tanto, desde Analytica consideran que la reciente devaluación podría profundizar la aceleración inflacionaria iniciada en febrero. Equilibra, que inicialmente esperaba un IPC cercano al 3% para abril,reconoció que el nuevo escenario podría empujar la cifra hacia niveles similares a los de marzo, aunque todavía restan las mediciones de las últimas semanas del mes.
El salto del 11,1% en el tipo de cambio mayorista encendió las alertas. La consultora PxQ advirtió que el éxito del nuevo esquema dependerá de la capacidad del Gobierno para evitar una espiral inflacionaria y minimizar los efectos sobre la actividad. Según su análisis, en promedio, el 80% de las devaluaciones se traslada a precios en los seis meses siguientes.
Sin embargo, recordaron que tras la salida del cepo en 2015, ese traspaso fue del 60%. En el contexto actual, remarcaron que existen factores que podrían tanto atenuar como acelerar el impacto: entre los primeros, se destacan precios más alineados, superávit fiscal y una economía más abierta; entre los segundos, una inflación elevada y el bajo nivel de reservas.