El primer gran festejo de Vilas, en casa y por abandono
El Abierto de la República de 1973, que se jugó en el Buenos Aires Lawn Tennis Club, fue el primer título de los 62 que logró Guillermo Vilas en el circuito profesional.

El court central del Buenos Aires Lawn Tennis, que lleva su nombre desde 2016, fue el escenario en el que Guillermo Vilas festejó su primer título en su existosa carrera profesional en la que acumuló 62 campeonatos, incluido cuatro Grand Slam y un Torneo de Maestros.
El Abierto de la República de 1973 (actual Argentina Open) presentaba como la gran figura del torneo a Guillermo Vilas, número uno de Argentina, que debutó en el circuito internacional en el Gran Prix de Buenos Aires de 1969 superando al sudafricano Frew McMillan por 7-5, 6-1 y 6-2 y que en 1972 llegó a su primera final importante en Cincinatti perdiendo con Jimmy Connors.
La otra gran atracción del campeonato era el sueco Björn Borg, la gran revelación del tenis mundialde tan solo 17 años, quien ya había jugado Copa Davis para su país teniendo grandes actuaciones y que un año después del Abierto de la República, se consagraría ganando Roland Garros 1974.
Para Vilas el Buenos Aires era su casa, había llegado al club en 1968 desde el Naútico de Mar del Plata, para seguir creciendo tenísticamente, y tenía en ese torneo la gran oportunidad de conquistar su primer título, ante su gente.

Algo inédito se dio en aquel campeonato, algo díficil de verse en estas epocas en donde el tenis está superprofesionalizado: Borg estuvo viviendo en casa de Vilas por invitación de éste. Además, todos los días Willy llevaba al sueco al club, manejando su MG 47.
Como era de prever, Vilas llegó a la final dejando en el camino al argentino Gratz, al austríaco Kary, al rumano Ovici y al estadounidense Dibbs en semifinales. Lo mismo ocurrió con Borg, que superó a los argentinos Caviglia y Cano, al rumano Tiriac y al colombiano Molina.
El 25 de noviembre de 1973, una muchedumbre llenó el Buenos Aires para presenciar la final. Ese día, durante el desayuno, Vilas y Borg hablaron sobre cómo gastarían los 3.500 dólares que le correspondían perdedor del encuentro.
Borg empezó mejor el partido y se llevó los dos primeros sets por 6-3 y 7-6. Empujado por el público argentino, que de a poco se iba acercando a un deporte que durante muchos años parecía pertenecer a un grupo privilegiado, ganó el tercero por 6-4, y cuando ganaba 6-5 el tie break del cuarto, ocurrió un hecho desafortunado que selló el destino de la final a favor del marplatense.

Borg fue a defender un smash en el fondo de la cancha, su brazo golpeó contra la pared de cemento y al caer se golpeó la cintura con el borde de la plataforma de una de las sillas del juez de línea. Por eso, luego de varios minutos de incertidumbre y de la consulta con el médico del torneo, el sueco decidió abandonar el partido.
"Advertí que estaba caído y fui a ayudar. Lo atendí y traté de echar a la gente que se agolpaba. Me sentía mal porque él era mi amigo y tenía miedo por su futuro. Los inconscientes de siempre querían hacerlo seguir. Lo calmé y le traduje lo que decía el médico. Aconsejó revisarlo bien por un golpe interno y él abandonó. Lo acompañé al vestuario y cuando se fueron todos decidimos salir a cenar juntos y a la noche fuimos a bailar", contó Vilas en una entrevista realizada años después de ese partido.

"Fue una gran alegría ese título, yo sabía que en algún momento iba a ganar algo, pero nunca me imaginé que iba a ser en Buenos Aires", agregó Willy, quien en junio de 1975 se reencontró por segunda vez en una final con el sueco, Roland Garros (imágenes de ese partido en el video), oportunidad en el que la suerte le fue esquiva.
Borg tendría que esperar uno meses para ganar su primer torneo, fue el de Aukland, en enero de 1974. A partir de ese momento, el sueco se convertiría en la primer súper estrella del tenis, llevándose cinco títulos de Wimbledon en forma consecutiva y seis en Roland Garros.