La sanjuanina inspirada en Gero Arias que se suma a un tremendo reto físico
Se inspiró en el influencer que realizó una dominada más por día hasta completar todo el año y ahora hará un reto similar. Sus compañeros de entrenamiento la apoyan y se suman al reto que recién inicia, pero que se volverá cada día más duro.
En el corazón de Rivadavia, una mujer está demostrando que el esfuerzo y la determinación pueden convertirse en fuentes de inspiración para quienes la rodean. Celeste Salinas, licenciada en recursos humanos de 33 años que ha encontrado en el crossfit su verdadero motor de superación personal y un camino para impactar positivamente en su comunidad.
El desafío de los 365 Burpees
Celeste, apasionada del crossfit desde hace más de dos años, se enfrenta a un reto que ha cautivado a todos a su alrededor: realizar un número creciente de burpees cada día durante un año completo. Inspirada por atletas e influencers como Gero Arias, quien logró 366 dominadas en un año, o un corredor que aumentaba 100 metros diarios, Celeste buscó algo que realmente la desafiara. "Dije, "Bueno, ¿qué puedo puedo hacer?"... tiene que tener su grado de complejidad que me cueste realmente. Y por eso se me ocurrió lo de los burpees", explica con una convicción que motiva.
Un Ejercicio que desafía el cuerpo y el alma
Los burpees no fueron una elección al azar. Este ejercicio, reconocido por su intensidad, representa una verdadera prueba física y mental. "La verdad es que es un ejercicio que te quita mucho el aire, que a la gente realmente no le gusta... es durísimo", relata Celeste. Confiesa que forma parte de "esos bichos raros que le gusta este ejercicio". No solo busca completar cada sesión; su objetivo es superarse cada día, enfrentando incluso "la dificultad en el respirar", tratando de "descansar lo menos posible" y realizar todos los movimientos en el mismo lugar.
Una comunidad que la acompaña
Lo que comenzó como un desafío personal rápidamente se transformó en un movimiento compartido. En el Box Level Up, ubicado en av. Libertador antes de Rastreador Calibar en Rivadavia, donde entrena, sus compañeros se han sumado espontáneamente al reto. "Y si no se suman, no, no hay ningún problema, pero bueno, es como va saliendo, va surgiendo las cosas", comparte con humildad. Desde amigos hasta entrenadores y el dueño del box, Mati Huerta, han encontrado inspiración en su compromiso.
Más que un reto físico: Una lección de vida
Para Celeste, este desafío va más allá de lo físico. Ella entrena pensando en un futuro con autonomía y vitalidad. "Yo no entreno por algo estético. Yo entreno porque quiero el día de mañana, mientras más grande ser seguir siendo una persona funcional", explica. Su ejemplo ya ha generado un cambio en su entorno más cercano: su madre, antes más sedentaria, ahora realiza actividad física tres veces por semana, y su hermana entrena con ella en el mismo gimnacio y Celeste espera que también se sume al reto. "Queremos tener el hábito de las tres de hacer actividad física", comenta, orgullosa del impacto que está logrando.
Una lección de resiliencia
Aunque el reto recién comienza y ya enfrenta días complicados, Celeste mantiene su mirada fija en la meta. "Hoy sí costaron un poco por lo que tuve burpees en la clase de hoy", admite, sin perder la determinación. Su objetivo es claro: "es terminarlo y no fallar ". Incluso sabe que habrá días en los que deberá dividir su esfuerzo, pero eso no la detiene.
La historia de Celeste Salinas es un recordatorio del poder de la voluntad y la resiliencia. Su esfuerzo, relatado con sus propias palabras, inspira a todos aquellos que buscan superar sus propios límites.
