¿Keloke?: L-Gante y Wanda se separaron
Mi paz mental ya no es negociable, publicó en sus redes sociales el cantante de cumbia 420
El mundo del espectáculo vuelve a sacudirse con una noticia que ya venía generando rumores: Wanda Nara confirmó su separación de L-Gante. A través de un comunicado en su cuenta de Instagram, la mediática expresó con claridad que su prioridad ahora son sus hijos y su tranquilidad emocional.
"Hoy nuestros caminos se separan para cuidarnos y focalizarnos en nuestra familia", escribió Wanda junto a una imagen que muestra su mano y la del cantante de cumbia 420, marcando el final de un capítulo que estuvo rodeado de polémicas y titulares.
La relación, que nació en medio de un contexto mediático explosivo debido a los conflictos entre Wanda y su esposo, el futbolista Mauro Icardi, parece haber llegado a su fin por la necesidad de la empresaria de enfocarse en sus hijos y enfrentar sus problemas judiciales. "Mi situación judicial compleja y dolorosa me hizo tomar esta decisión, hoy mis hijos me necesitan y mi tiempo está totalmente abocado a ellos", agregó en su publicación.
Minutos después del anuncio de Wanda, L-Gante también se pronunció a través de sus redes sociales. Con su estilo característico, el referente de la cumbia 420 fue tajante: "Esta novela ya fue. Termínenla sin mí. No busco, ni me hace falta dar aclaraciones ni explicaciones". Estas palabras, acompañadas de una foto donde se los ve a punto de darse un beso, cerraron cualquier espacio para especulaciones sobre una posible reconciliación.
El anillo que anticipó la ruptura
Los rumores de crisis entre Wanda y L-Gante no son nuevos. Los seguidores más atentos notaron un detalle que disparó las alarmas: Wanda dejó de usar el anillo que el cantante le había regalado.
Se trata de una pieza bañada en oro con una "W" coronada en negro, un símbolo del vínculo que habían construido. Este anillo, que Wanda lució con orgullo en eventos importantes como la entrega de los Martín Fierro de la Moda y durante la cena de Nochebuena, desapareció repentinamente de sus manos tras su viaje a Punta del Este.
"Anillito para la reina", había dicho L-Gante en una transmisión en vivo cuando le entregó el obsequio, pero hoy ese símbolo parece haber quedado en el pasado.
Un cierre definitivo
Las palabras de Wanda y L-Gante dejan poco espacio para la incertidumbre. Mientras ella eligió un tono más reflexivo, priorizando su rol como madre y su estabilidad emocional, él fue directo y cortante, marcando un final sin lugar a segundas lecturas.
Lo cierto es que esta historia, que comenzó como un torbellino mediático, ha llegado a su fin dejando tras de sí un rastro de especulaciones, titulares y momentos que difícilmente se borrarán de la memoria colectiva del espectáculo argentino.