Me quiero mucho, poquito, nada.
El amor propio es la primera, la mejor y la más fuerte manera de desear ser una persona digna para después tener algo para brindar, es decir, amarnos para poder amar.
¿Qué es el Amor propio?
De todas las formas de amor es la más importante, porque es la única que nos capacita para después tener algo para dar. Siempre tenemos la idea que está mal visto, la idea de cuidado hacia uno mismo, nos tildan de egoístas.
Freud decía que una cierta cuota de egoísmo es necesario para transitar la vida y es así, porque esta cuota de egoísmo, ese momento en el que la mirada se vuelca hacia nosotros, para cuidarnos, para valorarnos, para protegernos, es lo que después llamamos DIGNIDAD. Es lo que hace que después tengamos algo para darle a los demás.
"Nadie puede dar lo que no tiene"
¿Cómo vamos a hacer para amar, para contener, para brindar al otro algo si dentro de nosotros solo hay inseguridad, solo hay miedo, desvalorización?
El amor propio es la forma fundamental de la sanidad, porque una persona que se valora a sí misma, es una persona que elige bien el destino que va a seguir, porque no elige teniendo en cuenta lo que se espera de él, porque no elige teniendo en cuenta lo que los demás quieren para él, porque elige teniendo en cuenta lo que quiere ser.
Y eso, es lo más importante que un ser humano puede tener, la capacidad de jugarse por su deseo, de vivir el destino que desea vivir. Entonces, me gustaría remarcar la importancia del amor propio y también respetar y valorar el amor propio de la persona que está con nosotros. Eso es un vínculo sano, donde el otro no es un objeto que tiene que hacer lo que yo quiera, donde tengo que aprender a respetar lo que el otro desea también.
Solemos decir que por amor uno da la vida. A veces, es cierto, pero vamos a decir algo, "Solo va la pena dar la vida por aquel que jamás me lo pediría".
Es decir, yo estaría a estar dispuesto a dar la vida por vos, pero no tenés derecho a pedir mi vida, que desista de mis sueños, que renuncie a mis anhelos y deseos para complacer tu capricho, porque si eso es lo que le pedimos a otro, el otro no va a tener nada bueno ni sano para darnos, vamos a convertir al otro en alguien que no tiene nada para dar.
Un estudio de la Universidad de California, en el que se analizó el grado de autoestima de más de 1.000.000 de hombres y mujeres de entre 16 y 45 años de 48 países de todo el mundo, concluyó que los hombres tienen mejor opinión de sí mismos que las mujeres en prácticamente todas las culturas del mundo y todos los tramos de edad.
Para concluir, el amor propio es la primera, la mejor y la más fuerte manera de desear ser una persona digna para después tener algo para brindar, es decir, amarnos para poder amar.
