Una tarde de felicidad pero también de sufrimientos en el Pueblo Viejo
El domingo fue de película en el inicio de este primer dia del mes de diciembre que mostró un estadio colmando, gente comiendose las uñas y en el final desahogo de todos por el objetivo cumplido de llegar a la final.
Los hinchas comenzaron a llegar muy temprano al estadio y si bien en el comienzo el ingreso fue lento con el paso de los minutos se fue agilizando y casi media hora antes el estadio ya estaba repleto.
Las primeras explosiones se dieron en el ingreso de los jugadores del Verdinegro sanjuaninos donde todo el colorido fue puesto por los hinchas en las tribunas y en el campo de juego humo verde y negro como no podìa ser de otra manera.
El gol de Montagna fue una explosión extrema, casi parecido a un temblor por que se sintió un grito al únisono que a mas de uno fuera del estadio debio asustar.
El murmullo en la ultima parte del partido, la cara de ansiedad y angustia en los plateistas en cada centro de Chicago era una postal que pintaba de cuerpo entero como se vivió el partido.
El segundo temblor fue con el pitazo final de Echenique, se sintió tan fuerte como la jugada del gol para que se escuche en todo San Juan y también en Mendoza como para ir metiendo miedo.