La producción industrial crece, pero se contrae un 6,9% en comparación con el año pasado
Con un aumento del 1,5% en agosto, el sector sigue lejos de los niveles de 2023, afectado por la menor demanda interna y el desempleo.
La industria manufacturera registró su segunda mejora mensual consecutiva en agosto y alcanzó su nivel más alto de la era de Javier Milei. Aun así, en términos interanuales se contrajo 6,9% y en los primeros ocho meses de 2024 acumuló una contracción de 13,6%.
Según datos oficializados este martes, el Índice de Producción Industrial (IPI) del INDEC presentó un incremento mensual del 1,5%. El referencial venía de anotar un avance del 7,2% en julio, luego de tocar un piso profundo en junio.
Sin embargo, el sector todavía está lejos de recuperar los niveles previos a la llegada del nuevo gobierno, que profundizó la recesión que ya atravesaba la economía argentina, con el agregado del incremento del desempleo, que afectó todavía más al consumo y a la demanda de productos industriales.
Los sectores que eluden la crisis industrial
Respecto de agosto de 2023, solo cuatro de las 16 divisiones que componen el IPI presentaron aumentos. Esos rubros fueron: alimentos y bebidas, prendas de vestir y calzado, refinación de petróleo y otros equipos de transporte. Vale remarcar que, de ellos, solo los dos primeros tienen una peso significativo en el indicador del INDEC.
En alimentos, la principal incidencia positiva se reflejó en la molienda de oleaginosas. Asimismo, también resaltaron una mayor producción de pescados y vinos.
La menor demanda interna mantiene a la industria lejos de los niveles de 2023
En el otro extremo, los mayores derrumbes anuales los sufrieron productos minerales no metálicos (-22,2%), maquinaria y equipo (-19,2%) y productos de madera y papel (-17,8%).
De acuerdo a los reportado por el INDEC, la menor actividad en madera y papel se relacionó principalmente con la disminución en la producción de papel y cartón para envases y embalajes por menores pedidos por parte de distintos sectores, como el de materiales para la construcción o calzado, y al declive en la demanda interna de madera para el sector de la construcción y la industria del mueble.
En el segmento de maquinaria y equipo, el derrumbe estuvo vinculado fundamentalmente a las pobre performance en maquinaria agrícola, mientras que en la dinámica de productos minerales no metálicos estuvo atada a la caída en la actividad de la construcción, que recortó su demanda de insumos como el cemento.