El Comedor Universitario busca bajar los costos de producción
Desde este año se implementó el acceso de acuerdo al rendimiento académico de los alumnos pero las restricciones presupuestarias dificultan el sostenimiento del servicio que se brinda a unos 1.600 comensales.
Debido a las restricciones presupuestarias implementadas por el gobierno nacional, la Universidad Nacional de San Juan decidió priorizar el financiamiento del comedor al que destina aproximadamente 60 millones de pesos mensuales.
Lucas Molina, secretario de Bienestar Universitario, contó a Zonda Medios las dificultades por la que atraviesa y que obliga a agudizar el ingenio y buscar nuevas formas de garantizar la continuidad del servicio que se brinda a los estudiantes.
"La situación general presupuestaria de la universidad es gravísima", explica Molina, "porque ha habido a marzo un aumento del 70% con respecto al 2023 en un contexto inflacionario prácticamente del 300% con valores que nos inciden mucho en los gastos".
Como por ejemplo citó que "la energía ha tenido aumentos muy superiores al 300% lo cual restringe mucho la posibilidad presupuestaria de la universidad".
Es el momento en el que afirma que debido a esta situación "lo que ha hecho la universidad, por decisión política del Consejo Superior, es determinar que la prioridad es la continuidad del proceso de enseñanza-aprendizaje, el proceso pedagógico y la formación de profesionales".
Es decir, "que los estudiantes continúen sus trayectorias estudiantiles hasta egresar en la medida que sea posible. En ese sentido, ha tomado una serie de acciones, entre ellas priorizar el comedor universitario porque no es un fin en sí mismo, no es que lo hacemos por una ayuda social, sino que lo hacemos para potenciar las trayectorias estudiantiles de aquellos alumnos que si no tuvieran la posibilidad de acceso a la alimentación gratuita dejarían de formarse académicamente y tendríamos menos profesionales", argumenta el responsable del Comedor Universitario.
"La energía ha tenido aumentos muy superiores al 300% lo cual restringe mucho la posibilidad presupuestaria de la universidad".
Agrega que en ese sentido "se ha avanzado en que el comedor tenga cierta prioridad a la hora de garantizar los recursos financieros dentro de la universidad".
No obstante, indica que "sigue siendo un desafío porque el contexto inflacionario, del aumento sostenido de precios en los alimentos, la demanda siempre tensionante de que cada vez hay más estudiantes que necesitan acceso a la alimentación, hacen de que haya que recurrir a diferentes formas para sostener este servicio que viene a acompañar el avance en las trayectorias estudiantiles".
Describe que "estamos en una política muy fuerte de búsqueda de precios constantes, haciendo uso de nuestra posición como comprador privilegiado porque tenemos grandes volúmenes de compra que hacemos, entonces nos sentamos a negociar con los diferentes proveedores de manera permanente para buscar los mejores precios dentro de lo que lo permite el mercado y también viendo de qué manera podemos eficientizar los procesos de producción para bajar costos, ya sea a costos directos o indirectos, siempre respetando y cuidando los valores nutricionales que para nosotros son importantísimos y lo determina un equipo profesional".
En ese aspecto confió que la nutricionista y su equipo están explorando la posibilidad de un cambio en las porciones de comida respetando los valores nutricionales y cantidades. O sea, actualmente se sirven dos porciones (dos platos) y se planifica unificar las dos en un solo plato. Ejemplificó que actualmente un trozo de carne con lechuga, por un lado, y arroz a la Fiorentina, por otro conforman los dos platos. La idea es que sea una sola comida: Arroz con carne", grafica.
60 millones de pesos mensuales es lo que demanda el sostenimiento del Comedor Universitario de la UNSJ.
"Parece simple, pero implica un cambio en los menúes del comedor, que se hicieron históricamente. Y también entendemos que va a implicar una reducción en algunos costos fijos que tiene cada uno de los menúes. Va a ser más eficiente el proceso de producción. Eso básicamente es una medida que estamos explorando para implementarla en el corto plazo", anticipa.
Números que complican el sostenimiento del comedor
Molina asegura que el costo económico que demanda el comedor es de 60 millones de pesos mensuales y que si bien es cierto desde el gobierno nacional se confirmó un aumento de presupuesto del 70% para marzo y otro 70% para mayo es solamente para gastos de funcionamiento de la universidad, pero reveló que en marzo de 2023 pagaron facturas de electricidad por 7 millones de pesos y en el mismo mes de 2024 escaló a 70 millones. Mientras que sólo El Palomar pagó 9 millones de pesos.
Además se abonó una factura de gas por 1 millón de pesos para el funcionamiento del comedor en el periodo en el que no está prendida la caldera. es decir que las futuras serán todavía más elevadas por el consumo.
"Si se confirma que habrá incrementos del gas del 1.000% será insostenible", Concluye Molina.
Tres sedes
El comedor funciona en tres sedes: en el Complejo El Palomar, el Complejo Universitario Islas Malvinas (CUIM) y en la Facultad de Filosofía.
Hasta el año pasado los estudiantes pagaban un costo simbólico por comer, pero desde el presente se ha diseñado una plataforma que permite un control académico para que accedan al comedor los que hayan rendido dos materias en el último ciclo lectivo. Actualmente disponen de almuerzo y cena entre 1.500 y 1.600 alumnos.
Lucas Molina, Secretario de Bienestar Universitario
"Cada vez hay más estudiantes que necesitan acceso a la alimentación y hacen de que haya que recurrir a diferentes formas de poder sostener este servicio".