Azul Cobalto: el emprendimiento que subsiste a pesar de la crisis nacional
Yanina Moya es una ceramista sanjuanina que a pesar de las adversidades, le pone el hombro a su emprendimiento para poder vivir y trabajar de lo que ama, junto a su familia.
Cada 1 de mayo, se celebra el Día del Trabajador en Argentina y resulta esencial destacar las historias de quienes día a día dan forma a sus sueños a través del esfuerzo, aun en medio de adversidades y desafíos en una economía nacional cambiante. Este es el caso de Yanina Moya Sartori, una apasionada ceramista sanjuanina, quien con su emprendimiento "Azul Cobalto, cerámica utilitaria", se destaca en el mundo del arte y la decoración.
Yanina inició su camino en el mundo de la cerámica en 2002, tras graduarse del Centro Polivalente de Arte, y desde entonces, su carrera ha sido una constante evolución y aprendizaje. Luego de una especialización en cerámica industrial y un enriquecedor intercambio cultural en Sicilia, Italia, regresó a Argentina para fortalecer su emprendimiento, inicialmente lanzado bajo su propio nombre y posteriormente renombrado tras la incorporación de su esposo, Leonardo Echegaray.
El viaje no ha sido fácil para Yanina y Leonardo. La falta de un ingreso fijo y las difíciles condiciones en las que a veces deben trabajar, como la exposición a inclemencias del tiempo en ferias, son solo algunas de las barreras que enfrentaron.
"Cómo en cualquier emprendimiento, sobretodo si uno no cuenta con un capital importante y con los contactos necesarios para empezar a hacer ferias o clientes. Pero con perseverancia y disciplina se logra crecer y llegar lejos, cada uno se pone los límites" indica Yanina.
Además, la competencia en el rubro y los altos costos para participar en eventos destacados, como la Feria Internacional de las Artesanías, donde el espacio puede llegar a costar hasta 130 mil pesos, representaron obstáculos significativos.
Sin embargo, la mujer destaca los beneficios de seguir su pasión: "Trabajar de lo que uno ama, ser nuestros propios jefes y manejar nuestros horarios y decisiones". A pesar de los desafíos, como el incremento en el precio de materias primas y la dura competencia, la ceramista mantiene una visión positiva.
El apoyo de su familia fue un pilar fundamental desde los inicios de su carrera. Gracias al respaldo económico de sus padres, pudo adquirir un horno y los materiales necesarios para comenzar su proyecto.
Yanina y Leonardo continúan trabajando con dedicación, enfrentando las crisis enfocados en la calidad y la singularidad de sus creaciones. Su historia es un ejemplo del espíritu emprendedor que caracteriza a muchos trabajadores independientes del país, quienes a pesar de las dificultades, encuentran en su pasión la fuerza para avanzar y brillar en el mercado local y nacional.
