Luis Salinas, su historia y una propuesta de latin jazz para los sanjuaninos

Toca de todo, y en cada una de sus expresiones siente a la música como propia. Le pone siempre un poquito más y eso hace que las emociones de quienes lo escuchan queden a flor de piel. Se trata de Luis Salinas, el reconocido guitarrista que llega a San Juan el próximo 26 de abril y dará un concierto en el Auditorio Juan Victoria. 

Luis Salinas, cuando habla de San Juan, lo hace con cariño. De hecho, sostiene que es un placer venir a la tranquilidad del interior del país y dejar la sonoridad de Congreso, en Capital Federal. 

Cada vez que viene a la provincia, trata de llegar un día antes, para compartir con amigos un asado que sea la excusa para una guitarreada. Sobre sus recuerdos con artistas locales tiene palabras de elogio para Claudia Pirán que fue su amiga y para Rolando García Gómez, con quien ha compartido escenarios.

"Cada vez que vine a San Juan tuve la dicha de tocar distintas cosas, hice un espectáculo de música argentina con invitados. Cada vez que vengo siempre miro el espectáculo anterior que hice", afirma el artista. Ahora "tengo ganas de ir con lo de latin jazz". Es por esto que resalta la figura del baterista uruguayo, César Durañona que lo acompaña. "Toca salsa, candombe, música brasilera, tiene una facilidad para tocar todo tipo de ritmos". "Viene de la escuela de los Fattoruzo" y otros tantos de la música uruguaya. También lo acompaña su hijo Juan, con quien viene compartiendo escenario desde hace un tiempo y el Negro Giménez que es su compadre, con quien grabó varios discos. "Tocar con mi hijo Juan es un regalo de Dios".

Por ello considera que será un placer tocar "e ir para cualquier lado, para donde nos lleve la música". Agrega que "yo armo los espectáculos, pero después me voy fijando donde nos lleva la música y qué es lo que está pasando, lo que hacemos tiene mucho que ver con disfrutar el momento".  "El concepto del jazz es ahora es el momento y veremos donde nos lleva", afirma. De esa forma compara al jazz y la improvisación con lo que ocurre con los payadores en la zona de la Pampa "es lo que te dice cada momento y cada lugar". Es por esto que puntualiza en la provincia y afirma que "San Juan está lleno de músicos, es un lugar musical y eso te inspira cosas en cada concierto."

El guitarrista manifiesta que "la música es una energía espiritual, más allá de las notas".  Es por esto que considera que "lo que importa es lo que hay detrás de cada nota". Al referirse al público afirma que "este no tiene que saber de armonías, pero si sabe cuándo uno es sincero". 

Cuenta que "lo primero que le dije a mi hijo Juan es que tenes que escuchar tus notas, mirar a tus compañeros y disfrutar. Si logras eso vas a disfrutar vos y la gente". "Hay que tocar lo que la música y la canción te pide". A modo de ejemplo, remarca que los grandes músicos que conoció "son muy humildes porque nadie puede manejar la inspiración. No te puedo decir mañana a las cinco de la tarde voy a estar inspirado. Eso viene o no, pero lo que uno tiene que hacer es desarrollar una técnica para cuando no viene la inspiración". Sin embargo, "lo que no se negocia es la actitud, hay que vivir el momento como único e irrepetible".

"Charlie Parker para mí fue uno de los improvisadores más grandes del jazz y él decía siempre, ahora es el momento, cuando tocaba con los músicos", recuerda Luis Salinas. 

Siempre abordando el tema de la improvisación, hace un salto de estilos y afirma que "una vez hablando con el gran Adolfo Abálos- folklorista-, me decía que el verdadero creador, no busca, encuentra", y eso es lo que hace a un músico distinto. "Eso me quedó para siempre y uno tiene que saber cuándo tiene algo o no". Es por ello que toma como propia una frase del guitarrista gitano Paco de Lucía, que decía que "lo mejor de la música es cuando sentís que te va llevando". "Eso es maravilloso porque haces cosas que no pensabas hacer", detalló el Guitarrista.

Cuando habla de los nuevos estilos y la presencia de la música afirma que "lo primero que acompañé fue un Chamamé, cuando vivía en Villa Diamante. Yo soy músico por mi viejo". Recuerda que su padre era como un hombre orquesta que tocaba a la vez, el bombo, la guitarra y la armónica. "En charlas con él, me decía que el músico tiene que frasear la melodía, ser creativo", agrega "me decía no sé si soy bueno pero que soy músico, soy músico".

Es por ello que cae en un concepto muy fuerte que es el de la honestidad. "Que un músico toque la música que quiera, pero que sea sincero con lo que hace, que no sea pretencioso. Por ello creo que todo lo que sea sincero, que sale de adentro, que sea respetuoso, me gusta. No tiene que ser una cosa compleja, puede ser una canción con dos tonos, pero sentida".

De esa forma recuerda que cuando tocó con BB King, le dijo "maestro, recuerde que yo vengo del blues. Él me dijo que lo que me gusta es que sos sincero para tocar".  Agrega que "eso me quedó en el alma, veo la música desde ese lado". Cuando profundiza en sus recuerdos afirma que estando en un bar, en Callao y Corrientes, "a las 7.00 de la mañana, aparece un hombre joven que se me arrima y me dice tengo esto. Era Rodrigo, con canciones que no había grabado y que aún no era nadie, pero era un hombre sincero". 

Luis Salinas es un músico versátil y en ese camino tuvo la oportunidad de tocar folklore con Jaime Torres y Mercedes Sosa. También tuvo la oportunidad de tocar tangos con Rubén Juárez. En tanto que a nivel internacional tocó con BB King, Los Fattoruzo, el Negro Rada. "Estas son cosas que me regaló Dios y me dieron muchas cosas para moverme en distintos géneros", remarca.

A modo de reflexión afirma que "los músicos estamos en el mundo para sentir y hacer sentir. Si logramos eso nuestro cometido está hecho". Remarca que "estamos con el don y la gracia divina de poder disfrutar lo que estamos haciendo, con el objetivo que le llegue a alguien. Si solo te gusta a vos y no le llega a la gente te está faltando algo".

Luis Salinas, en la actualidad toca con su hijo Juan. "Lo primero que le dije, y este es un mensaje lindo para los músicos, que sea él. Es lo que siempre le digo a los músicos con los que toco, que sean ellos".

Cuando profundiza en su rol de padre músico, con orgullo dice "tengo una hija que tiene 13 años. No te puedo contar lo que canta, tiene una facilidad increíble, pero es tímida.  Mi sueño es poder tocar con mis dos hijos". Agrega que como músico "tengo que estar orgulloso y agradecido de todo lo que me tocó vivir y pasar. La diferente gente con la que pude tocar diferentes músicas hace que sea una persona muy agradecida. Lo demás es un regalo de Dios".